Alexandra Kollontai, feminista rusa que promovió
D. Comunismo
En el protestantismo nacieron algunas sectas que,
transponiendo directamente sus tendencias religiosas al campo político,
prepararon el advenimiento del espíritu republicano. San Francisco de Sales, en el siglo XVII, previno contra estas tendencias republicanas al Duque de Saboya
(cfr. Sainte-Beuve, “Études des lundis - XVIIème siècle - Saint François de
Sales”, Librairie Garnier, París, 1928, p. 364). Otras, yendo más lejos, adoptaron
principios que, si no pueden ser llamados comunistas en todo el sentido
actual del término, son por lo menos
pre-comunistas.
De
¿Y qué hay de más lógico? El deísmo tiene
como fruto normal el ateísmo. La sensualidad, sublevada contra los frágiles
obstáculos del divorcio, tiende por sí misma al amor libre. El orgullo, enemigo de toda superioridad,
habría de embestir contra la última desigualdad, es decir, la de fortunas.
Y así, ebrio de sueños de República
Universal, de supresión de toda autoridad eclesiástica o civil, de
abolición de toda Iglesia y, después de una dictadura obrera de transición, también del propio Estado, ahí está el neo-bárbaro del siglo XX, producto más reciente y más extremado del
proceso revolucionario.
Plinio Corrêa de Oliveira
Revolución y Contra-Revolución (14) - Comunismo (Cap. III, 5, D)
Nota: Los destaques en negrita son de la Redacción de Aristocracia y Sociedad Orgánica
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