S. S. Papa Pío VI S.S. San Pío X
Kaiser Franz Josef niño Tradicionales fiestas populares en Baviera
Republicanismo revolucionario: Abbé Sieyès Demagogia revolucionaria igualitaria
E. Monarquía, república y Religión
A fin de
evitar cualquier equívoco, conviene acentuar que esta exposición no contiene la afirmación de que la república es un
régimen político necesariamente revolucionario. León XIII, al hablar de las
diversas formas de gobierno, dejó en claro que "todas y cada una son buenas, siempre que tiendan rectamente a su
fin, es decir, al bien común, razón de ser de la autoridad social" (Encíclica
“Au Milieu des Sollicitudes”, l6.II.1892 – “Bonne Presse”, París, vol. III, p.
116).
Tachamos de revolucionaria,
eso sí, la hostilidad profesada, por
principio, contra la monarquía y la aristocracia, como si fueran formas
esencialmente incompatibles con la dignidad humana y el orden normal de las
cosas. Es el error condenado por San Pío
X en
Ahora
bien, sin este error, entrañado en
el proceso de que hablamos, no se
explica enteramente que la monarquía, calificada por el Papa Pío VI como, en
tesis, la mejor forma de gobierno -"praestantioris monarchici
regiminis forma" (Alocución al Consistorio, l7.VI.1793, “Les Enseignements
Pontificaux -
No puede
ser tachado de revolucionario quien para su Patria, por razones concretas y
locales, salvaguardados siempre los derechos de la autoridad legítima, prefiere
la democracia a la aristocracia o a la monarquía. Pero sí quien, llevado por el
espíritu igualitario de
De ese odio antimonárquico y
antiaristocrático nacen las democracias demagógicas, que combaten la tradición,
persiguen las élites, degradan el tonus general de la vida, y crean un
ambiente de vulgaridad que constituye la nota dominante de la cultura y de la
civilización... si es que los conceptos de civilización y de cultura se pueden
realizar en tales condiciones.
Diverge
de esta democracia revolucionaria la democracia descripta por Pío XII:
"Según el testimonio de
"De
ahí la existencia y el influjo, en todos los pueblos civilizados, de
instituciones eminentemente aristocráticas, en el sentido más elevado de la
palabra, como son algunas academias de amplia y bien merecida fama. Pertenece
también a este número la nobleza" (Alocución al Patriciado y a
Como se
ve, el espíritu de la democracia
revolucionaria es bien diverso de aquel que debe animar una democracia conforme
a la doctrina de la Iglesia.
Los subrayados son de la
Redacción de Aristocracia y Sociedad
Orgánica
Plinio Corrêa de Oliveira
Revolución y Contra-Revolución (15) - Monarquía, república y Religión (Cap. III, 5, E)
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