Plinio Corrêa de Oliveira -
El Contrarrevolucionario del Siglo XX -
El Precursor de los Siglos Futuros
Homenaje de Tradición y Acción (Uruguay) en su Centenario
13 de diciembre de 1908 - 13 de diciembre de 2008
Fue por su acendrado amor a la Iglesia y a la Civilización Cristiana, fruto de un conocimiento y de una comprensión superiores de la doctrina católica y del plan de Dios para la sociedad humana, que Plinio Corrêa de Oliveira, ayudado por la gracia divina, discernió con maestría inigualable la Revolución gnóstica e igualitaria que corroe Occidente y el mundo, pudo frenarla -hasta hacerla retroceder en algunos aspectos- y delinear los trazos de su próxima derrota y del futuro esplendor de la catolicidad.1
Si Brasil, su patria, no es hoy una inmensa Cuba; si varias naciones de Iberoamérica evitaron ese triste camino, o se salvaron in extremis de una catástrofe sin retorno, ello se debe en apreciable medida a la acertada acción doctrinaria y a la oportuna denuncia que Plinio Corrêa de Oliveira -en nombre de la Fé - hizo del "izquierdismo en la Iglesia" y del "comuno-catolicismo".
Con ello erosionó la indispensable base de sustentación -las mayorías católicas- que el comunismo necesitaba para imponerse en América Latina. Y que obispos rojos, como Mons. Helder Cámara y el Cardenal Silva Henríquez, o sacerdotes guerrilleros, como Camilo Torres y los curas tercermundistas, intentaban con tanto ahínco regimentar.
Si América Latina entera hubiera caído en el Comunismo -y cerca lo estuvo- muy distinta sería la situación del mundo. Una América Latina comunista hubiera dado un nuevo ímpetu, real y psicológico, al imperio soviético. Y una URSS refortalecida no hubiera entrado en el proceso de autodemolición en que se vio envuelta. Por el contrario. Recordemos que en el auge de esa embestida, los Estados Unidos eran gobernados por el entreguista Carter, que en Europa los alemanes adoptaban la Ostpolitik, estrategia de colaboración y abertura con el comunismo que también asumía, desde la esfera religiosa, el Vaticano; las grandes potencias practicaba la política suicida del “Ceder para no Perder” frente al comunismo. Años después vendría la reacción que encabezarían desde la esfera gubernamental Reagan y Thatcher.
En este centenario del nacimiento de Plinio Corrêa de Oliveira, ocurrido el 13 de diciembre de 1908, Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte, que encarna en Uruguay los ideales de Tradición Familia y Propiedad y continúa la límpida tradición que la TFP uruguaya siguió hasta 1995, quiere homenajear a este insigne pensador católico y atinado hombre de acción, recordando algunas acciones de la importante y decisiva contribución que realizó a favor de nuestro País, del Mundo y de la Iglesia.
Es mérito suyo, porque en él se inspiraba, la acción que con igual objetivo y usando semejantes métodos desarrollaron las Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP) y entidades afines, que contribuyeron de modo decisivo para que el comunismo no consiguiera tampoco imponerse, a pesar de haber estado a un tris de ello, en otros países de América del Sur, tales como Argentina, Uruguay o Colombia; y que, del comunismo se librasen, una vez caídos bajo sus garras, el Chile de Allende, y en alguna medida el Perú de Alvarado y la Bolivia de Torres.
Esa influencia de Plinio Corrêa de Oliveira en América Latina es hoy un hecho histórico registrado en incontables obras académicas, no sólo en el ámbito sudamericano, sino también en trabajos de conceptuadas universidades norteamericanas y europeas.
En agosto de 1961, la revolución cubana se afirmaba internamente y comenzaba a expandirse por América Latina, estimulando la guerrilla y el terrorismo, y estrechando los más variados vínculos políticos y diplomáticos con los países de América. Su primer y más importante objetivo expansionista era Brasil, donde acababa de asumir la presidencia el filocastrista João Goulart. Este, con el apoyo del arzobispo "rojo", monseñor Helder Cámara, de una corriente del episcopado y del clero brasileño, de la agitación agraria y social de aquellos años, de un lado; y la parálisis, el desánimo y el silencio inducidos de los líderes naturales, de otro, se lanzó en un acelerado proceso de comunización de ese país continente, al mismo tiempo que estrechaba relaciones con Cuba castrista y Rusia soviética.
Pronunciamientos públicos de Plinio Corrêa de Oliveira - oportunos, precisos y que apuntaban para el blanco psico político esencial - tuvieron un papel determinante en la reacción católica anticomunista de vastos sectores de la opinión pública brasileña. Entre ellos se destaca el Libro "Reforma Agraria, Cuestión de Conciencia" que, como su nombre lo indica, colocó el grave problema moral que suscitaba el carácter socialista y confiscatorio de la reforma agraria promovida por el entonces presidente brasileño que violentaba dos mandamientos de la Ley de Dios: No Robar y No codiciar los bienes ajenos. Esta acción contribuyó y dio solidez doctrinal a la reacción que se levantaba, reacción que está en la raíz del movimiento cívico-militar que en 1964 terminaría impidiendo que el gigantesco Brasil cayese en el comunismo y arrastrase detrás de sí al resto del continente sudamericano.2
En esa época, en que varios países se debatían infructuosamente delante de la agresión mancomunada entre el terrorismo y la guerrilla, de un lado, y la agresión psicológico-política de la izquierda religiosa de otro, y cuyo ímpetu paralizaba a los naturales defensores del orden, una caída del Brasil en el comunismo, a no dudarlo, hubiera arrastrado detrás de sí a gran parte, si no toda, América Latina. Hubiera sido el peso que inclinase la balanza en favor del comunismo. Con ello la URSS se hubiera visto fortalecida y lejos de entrar en la crisis que la llevaría después a autodemolerse habría tenido las condiciones necesarias que le faltaron para intentar imponer al mundo su terrorífica "Pax Soviética".
El comunismo internacional jugó -a través de América Latina- su gran carta en los años '60 y comienzos del '70, en un supremo intento de dominar el mundo. Estableció estratégicas alianzas con sectores "progresistas" de eclesiásticos y de laicos católicos “comprometidos”, obsesionó al mundo católico con el problema social, logró desconcertar, confundir, entrampar a los sectores conservadores, hizo chantaje con la guerrilla y el terrorismo estremeciendo el continente, y estuvo bien próximo de sus objetivos. Plinio Corrêa de Oliveira no desfalleció, denunció casi solo, cuando muchos callaban o capitulaban, la trama que se tejía. Recordó la auténtica doctrina católica, organizó grandes campañas de recolección de firmas para pedir a S.S. Paulo VI medidas eficaces contra la escalada de la infiltración izquierdista en los medios católicos. 1.600.368 brasileños, incluyendo personalidades civiles y eclesiásticas, se sumaron a esta iniciativa. Con las adhesiones obtenidas en Argentina, Chile y Uruguay se alcanzó el impresionante total de 2.025.201 firmas; de las cuales 37.111 fueron recolectadas por la incipiente TFP uruguaya.
Fueron numerosas las acciones -artículos de prensa, manifiestos, campañas y libros- que él inspiró, sugirió, escribió y coordinó que tuvieron marcada influencia en los acontecimientos de la época en Brasil y América del Sur. Basta recordar en nuestro país el libro-denuncia "Izquierdismo en la Iglesia compañero de ruta del comunismo, en la larga aventura de los fracasos y de las metamorfosis"3 "La Iglesia del Silencio en Chile"4, o "La Iglesia ante la escalada de la amenaza comunista: Llamado a los Obispos silenciosos"5, en Brasil.
Pero, mayor trascendencia tiene en este campo, la histórica Declaración de Resistencia que Plinio Corrêa de Oliveira dio a luz, en la hora quizá más aguda de esta lucha para la conciencia del católico, cuando altas e importantes autoridades eclesiásticas elogiaban Cuba, y el propio Vaticano desarrollaba una política de distensión con los regímenes comunistas. En ese trascendente documento, Plinio Corrêa de Oliveira abre un camino de fidelidad al católico, atribulado ante la presión moral en favor del comunismo hecha por ciertas autoridades eclesiásticas, un camino contemplado por la doctrina católica e inspirado en un famoso episodio protagonizado por San Pablo.
Con el título "La Política de Distensión del Vaticano con los Gobiernos Comunistas- Para la TFP: ¿Cesar la Lucha o Resistir?" mostró a los católicos que debían seguir luchando contra el enemigo de la Iglesia y de la civilización.
En ese documento podemos leer estas nobles y lancinantes palabras dirigidas a Pablo VI:
"Cesar la lucha no podemos. Y es por imperativo de nuestras conciencias de católicos que no podemos. Pues si es deber de cualquier católico promover el bien y combatir el mal, nuestra conciencia nos impone que difundamos la doctrina tradicional de la Iglesia, y combatamos la doctrina comunista (...) la Iglesia no es, la Iglesia nunca fue, la Iglesia jamás será una cárcel para las conciencias. El vínculo de obediencia al sucesor de Pedro, que jamás romperemos, que amamos con lo más profundo de nuestra alma, al cual tributamos lo mejor de nuestro amor, ese vínculo nosotros lo besamos en el mismo momento en que, triturados por el dolor, afirmamos nuestra posición. Y de rodillas, mirando con veneración la figura de Su Santidad el Papa Pablo VI, le manifestamos toda nuestra fidelidad. En este acto filial, decimos al Pastor de los Pastores: Nuestra alma es Vuestra, nuestra vida es Vuestra. Mandadnos lo que quisieres. Sólo no nos mandéis que crucemos los brazos delante del lobo rojo que embiste. A eso nuestra conciencia se opone"
La contribución de Plinio Corrêa de Oliveira para detener el gigantesco trasbordo ideológico inadvertido de los católicos rumbo al comunismo con esa actitud épica y emblemática, sumada a muchas otras, señalando los errores del Izquierdismo en la Iglesia, fue capital y bien podría ser calificada como profética. Los ejemplos de su acción en favor de Brasil, de las Tres Américas, de Francia, de España y otras naciones podrían multiplicarse. Ellos están consignados, entre otros libros, en: "Medio siglo de epopeya anticomunista"6 y "Tradición, Familia y Propiedad - Un Ideal, un Lema, una Gesta, La Cruzada del siglo XX".
Plinio Corrêa de Oliveira discernió las estrategias comunistas desde sus comienzos y las fue desenmascarando con precisión y coraje una a una, neutralizándolas y haciendo que malograsen durante décadas. Si su pensamiento y su acción nos libró de desastres como los que acabamos de señalar y en cierta forma forzó al comuno-socialismo a modificar su táctica7 nuestro mejor homenaje en el centenario de su nacimiento, y nuestra mejor tabla de salvación frente a los nuevos peligros que amenazan a nuestro país, América Latina y el Mundo, debe ser inspirarnos en él, su vida, su ejemplo, su legado doctrinario, y con esperanza pedir su ayuda y socorro para discernir y enfrentar las nuevas maniobras con que la Revolución nos amenaza hoy.
Es lo que Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte se propone
Con todo, por más importante que sea su trascendencia pública en el Siglo XX, la Cruzada Contra Revolucionaria emprendida por Plinio Corrêa de Oliveira no se agota en lo que él hizo, publicó y conquistó.
El fue mucho más que un anticomunista, fue el Contra-Revolucionario por antonomasia, que supo ver en el comunismo el resultado de un complejo y secular movimiento histórico; una etapa importante, sin duda, pero mera etapa, de una gran Revolución que no se limitaba a la ruso-soviética y sus derivados, sino que era la Revolución por excelencia, cuyo fin es la implantación del Reino de Satanás en la Tierra. El denunció y combatió esa Revolución, fue lo contrario per diametrum de ella hasta en los más mínimos detalles. Pero, sobre todo, fue un Católico Contra-Revolucionario íntegro que con todo su ser deseaba, anunciaba y construía en su alma ese Reino profetizado en las escrituras y por santos, en particular San Luis María Grignion de Montfort, el Reino de María, o sea, la plenitud de la Civilización Cristiana, la restauración completa del Orden que la Revolución vino destruyendo. Él, deseando y procurando siempre nuevos auges y mayores excelencias para gloria de Dios y grandeza de la Humanidad explicitó y enseñó preciosas doctrinas, gran parte de las cuales aún inéditas.
¡Que la Santísima Virgen, de la cual fue insigne devoto, nos ayude a seguir su ejemplo y a encontrar en él el camino en esta hora en que el caos y la descomposición social se abaten sobre el mundo y apresure el día bendito del advenimiento de Su Reino anunciado en Fátima!
Montevideo, 13 de diciembre de 2008.-
1- Cfr. “Revolución y Contra Revolución”, ensayo de Plinio Correa de Oliveira que contiene una magistral síntesis de su ideario, de sus concepciones, metas, objetivos, realizaciones. Ediciones Tradición Familia Propiedad, octubre de 1992. ISBN 84-85433-00-9 .
2- Cfr., entre otros, Thomas Niehaus & Brady Tyson, "The Catholic Right in contemporary Brazil: the case of the Society for the Defense of Tradition, Family and Property", in "Religion in Latin America", Markharm Press Fund, Texas, 1989, p. 399 .
3- Cfr. “Izquierdismo en La Iglesia, compañero de ruta del comunismo” Montevideo, 1976 Riproan S.A.
4- Cfr “La Iglesia del Silencio em Chile. La TFP proclama la verdad entera” Santiago, 1983. Impresos Esparza y Cia. Ltda. 4ª Edición
5- Cfr. “A Igreja ante a escalada da ameaça comunista, apelo aos bispos silenciosos”.Sao Paulo. 1976 Editora Vera Cruz
6- Cfr. “Meio século de epopéia anticomunista” Ed. Vera Cruz, Sao Paulo 1980.
7- Por ejemplo la campaña mundial de desenmascaramiento del socialismo neocomunista que mascarándose bajo el nombre de Autogestión quiso lanzar Mitterrand desde Francia para el mundo. Cfr Plinio Correa de Oliveira. “El socialismo autogestionario frente al comunismo ¿barrera o cabeza de puente?” Estudio publicado en 52 países, 33.500.000 ejemplares, y repercusión en 116 naciones.
Si Brasil, su patria, no es hoy una inmensa Cuba; si varias naciones de Iberoamérica evitaron ese triste camino, o se salvaron in extremis de una catástrofe sin retorno, ello se debe en apreciable medida a la acertada acción doctrinaria y a la oportuna denuncia que Plinio Corrêa de Oliveira -en nombre de la Fé - hizo del "izquierdismo en la Iglesia" y del "comuno-catolicismo".
Con ello erosionó la indispensable base de sustentación -las mayorías católicas- que el comunismo necesitaba para imponerse en América Latina. Y que obispos rojos, como Mons. Helder Cámara y el Cardenal Silva Henríquez, o sacerdotes guerrilleros, como Camilo Torres y los curas tercermundistas, intentaban con tanto ahínco regimentar.
Si América Latina entera hubiera caído en el Comunismo -y cerca lo estuvo- muy distinta sería la situación del mundo. Una América Latina comunista hubiera dado un nuevo ímpetu, real y psicológico, al imperio soviético. Y una URSS refortalecida no hubiera entrado en el proceso de autodemolición en que se vio envuelta. Por el contrario. Recordemos que en el auge de esa embestida, los Estados Unidos eran gobernados por el entreguista Carter, que en Europa los alemanes adoptaban la Ostpolitik, estrategia de colaboración y abertura con el comunismo que también asumía, desde la esfera religiosa, el Vaticano; las grandes potencias practicaba la política suicida del “Ceder para no Perder” frente al comunismo. Años después vendría la reacción que encabezarían desde la esfera gubernamental Reagan y Thatcher.
En este centenario del nacimiento de Plinio Corrêa de Oliveira, ocurrido el 13 de diciembre de 1908, Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte, que encarna en Uruguay los ideales de Tradición Familia y Propiedad y continúa la límpida tradición que la TFP uruguaya siguió hasta 1995, quiere homenajear a este insigne pensador católico y atinado hombre de acción, recordando algunas acciones de la importante y decisiva contribución que realizó a favor de nuestro País, del Mundo y de la Iglesia.
Es mérito suyo, porque en él se inspiraba, la acción que con igual objetivo y usando semejantes métodos desarrollaron las Sociedades de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad (TFP) y entidades afines, que contribuyeron de modo decisivo para que el comunismo no consiguiera tampoco imponerse, a pesar de haber estado a un tris de ello, en otros países de América del Sur, tales como Argentina, Uruguay o Colombia; y que, del comunismo se librasen, una vez caídos bajo sus garras, el Chile de Allende, y en alguna medida el Perú de Alvarado y la Bolivia de Torres.
Esa influencia de Plinio Corrêa de Oliveira en América Latina es hoy un hecho histórico registrado en incontables obras académicas, no sólo en el ámbito sudamericano, sino también en trabajos de conceptuadas universidades norteamericanas y europeas.
En agosto de 1961, la revolución cubana se afirmaba internamente y comenzaba a expandirse por América Latina, estimulando la guerrilla y el terrorismo, y estrechando los más variados vínculos políticos y diplomáticos con los países de América. Su primer y más importante objetivo expansionista era Brasil, donde acababa de asumir la presidencia el filocastrista João Goulart. Este, con el apoyo del arzobispo "rojo", monseñor Helder Cámara, de una corriente del episcopado y del clero brasileño, de la agitación agraria y social de aquellos años, de un lado; y la parálisis, el desánimo y el silencio inducidos de los líderes naturales, de otro, se lanzó en un acelerado proceso de comunización de ese país continente, al mismo tiempo que estrechaba relaciones con Cuba castrista y Rusia soviética.
Pronunciamientos públicos de Plinio Corrêa de Oliveira - oportunos, precisos y que apuntaban para el blanco psico político esencial - tuvieron un papel determinante en la reacción católica anticomunista de vastos sectores de la opinión pública brasileña. Entre ellos se destaca el Libro "Reforma Agraria, Cuestión de Conciencia" que, como su nombre lo indica, colocó el grave problema moral que suscitaba el carácter socialista y confiscatorio de la reforma agraria promovida por el entonces presidente brasileño que violentaba dos mandamientos de la Ley de Dios: No Robar y No codiciar los bienes ajenos. Esta acción contribuyó y dio solidez doctrinal a la reacción que se levantaba, reacción que está en la raíz del movimiento cívico-militar que en 1964 terminaría impidiendo que el gigantesco Brasil cayese en el comunismo y arrastrase detrás de sí al resto del continente sudamericano.2
En esa época, en que varios países se debatían infructuosamente delante de la agresión mancomunada entre el terrorismo y la guerrilla, de un lado, y la agresión psicológico-política de la izquierda religiosa de otro, y cuyo ímpetu paralizaba a los naturales defensores del orden, una caída del Brasil en el comunismo, a no dudarlo, hubiera arrastrado detrás de sí a gran parte, si no toda, América Latina. Hubiera sido el peso que inclinase la balanza en favor del comunismo. Con ello la URSS se hubiera visto fortalecida y lejos de entrar en la crisis que la llevaría después a autodemolerse habría tenido las condiciones necesarias que le faltaron para intentar imponer al mundo su terrorífica "Pax Soviética".
El comunismo internacional jugó -a través de América Latina- su gran carta en los años '60 y comienzos del '70, en un supremo intento de dominar el mundo. Estableció estratégicas alianzas con sectores "progresistas" de eclesiásticos y de laicos católicos “comprometidos”, obsesionó al mundo católico con el problema social, logró desconcertar, confundir, entrampar a los sectores conservadores, hizo chantaje con la guerrilla y el terrorismo estremeciendo el continente, y estuvo bien próximo de sus objetivos. Plinio Corrêa de Oliveira no desfalleció, denunció casi solo, cuando muchos callaban o capitulaban, la trama que se tejía. Recordó la auténtica doctrina católica, organizó grandes campañas de recolección de firmas para pedir a S.S. Paulo VI medidas eficaces contra la escalada de la infiltración izquierdista en los medios católicos. 1.600.368 brasileños, incluyendo personalidades civiles y eclesiásticas, se sumaron a esta iniciativa. Con las adhesiones obtenidas en Argentina, Chile y Uruguay se alcanzó el impresionante total de 2.025.201 firmas; de las cuales 37.111 fueron recolectadas por la incipiente TFP uruguaya.
Fueron numerosas las acciones -artículos de prensa, manifiestos, campañas y libros- que él inspiró, sugirió, escribió y coordinó que tuvieron marcada influencia en los acontecimientos de la época en Brasil y América del Sur. Basta recordar en nuestro país el libro-denuncia "Izquierdismo en la Iglesia compañero de ruta del comunismo, en la larga aventura de los fracasos y de las metamorfosis"3 "La Iglesia del Silencio en Chile"4, o "La Iglesia ante la escalada de la amenaza comunista: Llamado a los Obispos silenciosos"5, en Brasil.
Pero, mayor trascendencia tiene en este campo, la histórica Declaración de Resistencia que Plinio Corrêa de Oliveira dio a luz, en la hora quizá más aguda de esta lucha para la conciencia del católico, cuando altas e importantes autoridades eclesiásticas elogiaban Cuba, y el propio Vaticano desarrollaba una política de distensión con los regímenes comunistas. En ese trascendente documento, Plinio Corrêa de Oliveira abre un camino de fidelidad al católico, atribulado ante la presión moral en favor del comunismo hecha por ciertas autoridades eclesiásticas, un camino contemplado por la doctrina católica e inspirado en un famoso episodio protagonizado por San Pablo.
Con el título "La Política de Distensión del Vaticano con los Gobiernos Comunistas- Para la TFP: ¿Cesar la Lucha o Resistir?" mostró a los católicos que debían seguir luchando contra el enemigo de la Iglesia y de la civilización.
En ese documento podemos leer estas nobles y lancinantes palabras dirigidas a Pablo VI:
"Cesar la lucha no podemos. Y es por imperativo de nuestras conciencias de católicos que no podemos. Pues si es deber de cualquier católico promover el bien y combatir el mal, nuestra conciencia nos impone que difundamos la doctrina tradicional de la Iglesia, y combatamos la doctrina comunista (...) la Iglesia no es, la Iglesia nunca fue, la Iglesia jamás será una cárcel para las conciencias. El vínculo de obediencia al sucesor de Pedro, que jamás romperemos, que amamos con lo más profundo de nuestra alma, al cual tributamos lo mejor de nuestro amor, ese vínculo nosotros lo besamos en el mismo momento en que, triturados por el dolor, afirmamos nuestra posición. Y de rodillas, mirando con veneración la figura de Su Santidad el Papa Pablo VI, le manifestamos toda nuestra fidelidad. En este acto filial, decimos al Pastor de los Pastores: Nuestra alma es Vuestra, nuestra vida es Vuestra. Mandadnos lo que quisieres. Sólo no nos mandéis que crucemos los brazos delante del lobo rojo que embiste. A eso nuestra conciencia se opone"
La contribución de Plinio Corrêa de Oliveira para detener el gigantesco trasbordo ideológico inadvertido de los católicos rumbo al comunismo con esa actitud épica y emblemática, sumada a muchas otras, señalando los errores del Izquierdismo en la Iglesia, fue capital y bien podría ser calificada como profética. Los ejemplos de su acción en favor de Brasil, de las Tres Américas, de Francia, de España y otras naciones podrían multiplicarse. Ellos están consignados, entre otros libros, en: "Medio siglo de epopeya anticomunista"6 y "Tradición, Familia y Propiedad - Un Ideal, un Lema, una Gesta, La Cruzada del siglo XX".
Plinio Corrêa de Oliveira discernió las estrategias comunistas desde sus comienzos y las fue desenmascarando con precisión y coraje una a una, neutralizándolas y haciendo que malograsen durante décadas. Si su pensamiento y su acción nos libró de desastres como los que acabamos de señalar y en cierta forma forzó al comuno-socialismo a modificar su táctica7 nuestro mejor homenaje en el centenario de su nacimiento, y nuestra mejor tabla de salvación frente a los nuevos peligros que amenazan a nuestro país, América Latina y el Mundo, debe ser inspirarnos en él, su vida, su ejemplo, su legado doctrinario, y con esperanza pedir su ayuda y socorro para discernir y enfrentar las nuevas maniobras con que la Revolución nos amenaza hoy.
Es lo que Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte se propone
Con todo, por más importante que sea su trascendencia pública en el Siglo XX, la Cruzada Contra Revolucionaria emprendida por Plinio Corrêa de Oliveira no se agota en lo que él hizo, publicó y conquistó.
El fue mucho más que un anticomunista, fue el Contra-Revolucionario por antonomasia, que supo ver en el comunismo el resultado de un complejo y secular movimiento histórico; una etapa importante, sin duda, pero mera etapa, de una gran Revolución que no se limitaba a la ruso-soviética y sus derivados, sino que era la Revolución por excelencia, cuyo fin es la implantación del Reino de Satanás en la Tierra. El denunció y combatió esa Revolución, fue lo contrario per diametrum de ella hasta en los más mínimos detalles. Pero, sobre todo, fue un Católico Contra-Revolucionario íntegro que con todo su ser deseaba, anunciaba y construía en su alma ese Reino profetizado en las escrituras y por santos, en particular San Luis María Grignion de Montfort, el Reino de María, o sea, la plenitud de la Civilización Cristiana, la restauración completa del Orden que la Revolución vino destruyendo. Él, deseando y procurando siempre nuevos auges y mayores excelencias para gloria de Dios y grandeza de la Humanidad explicitó y enseñó preciosas doctrinas, gran parte de las cuales aún inéditas.
¡Que la Santísima Virgen, de la cual fue insigne devoto, nos ayude a seguir su ejemplo y a encontrar en él el camino en esta hora en que el caos y la descomposición social se abaten sobre el mundo y apresure el día bendito del advenimiento de Su Reino anunciado en Fátima!
Montevideo, 13 de diciembre de 2008.-
1- Cfr. “Revolución y Contra Revolución”, ensayo de Plinio Correa de Oliveira que contiene una magistral síntesis de su ideario, de sus concepciones, metas, objetivos, realizaciones. Ediciones Tradición Familia Propiedad, octubre de 1992. ISBN 84-85433-00-9 .
2- Cfr., entre otros, Thomas Niehaus & Brady Tyson, "The Catholic Right in contemporary Brazil: the case of the Society for the Defense of Tradition, Family and Property", in "Religion in Latin America", Markharm Press Fund, Texas, 1989, p. 399 .
3- Cfr. “Izquierdismo en La Iglesia, compañero de ruta del comunismo” Montevideo, 1976 Riproan S.A.
4- Cfr “La Iglesia del Silencio em Chile. La TFP proclama la verdad entera” Santiago, 1983. Impresos Esparza y Cia. Ltda. 4ª Edición
5- Cfr. “A Igreja ante a escalada da ameaça comunista, apelo aos bispos silenciosos”.Sao Paulo. 1976 Editora Vera Cruz
6- Cfr. “Meio século de epopéia anticomunista” Ed. Vera Cruz, Sao Paulo 1980.
7- Por ejemplo la campaña mundial de desenmascaramiento del socialismo neocomunista que mascarándose bajo el nombre de Autogestión quiso lanzar Mitterrand desde Francia para el mundo. Cfr Plinio Correa de Oliveira. “El socialismo autogestionario frente al comunismo ¿barrera o cabeza de puente?” Estudio publicado en 52 países, 33.500.000 ejemplares, y repercusión en 116 naciones.
Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte
www.uruguayautenticotfp.org - tradere@adinet.com.uy - 094888043
Nota:
dada la importancia especial de este brillante manifiesto de Tradición y Acción por un Uruguay Auténtico, Cristiano y Fuerte, y algunos problemas detectados en la difusión por internet a través de este sitio, lo reeditamos.
ARISTOCRACIA y SOCIEDAD ORGANICA
Argentina
E-mail: donpelayodeasturias@gmail.com