viernes, 4 de diciembre de 2020

Revolución y Contra-Revolución (21) – La marcha de la Revolución (Cap. VI: 4. Las velocidades armónicas de la Revolución - A. La alta velocidad - B. La marcha lenta - C. Cómo se armonizan estas velocidades)

 

Los Anabaptistas pre-comunistas: Jan van Leiden "bautiza" a una joven. Atrás, el escribano B. Krechting y el temible Bernd Knipperdoling con la espada


"Father Divine" y "Mother Divine"

El pastor bautista Luther King, agitador pro "igualdad racial" y contra la Guerra de Vietnam

Proudhon, socialista "utópico": "...la propiedad privada, he ahí el robo"




Socialistas "científicos" Marx y Engels, y el que puso en práctica sus ideas, el aniquilador masivo Lenin

4. Las velocidades armónicas de la Revolución

Ese proceso revolucionario se da en dos velocidades diversas. Una, rápida, está destinada generalmente al fracaso en el plano inmediato. La otra ha sido habitualmente coronada por el éxito, y es mucho más lenta.

A. La alta velocidad

Los movimientos pre-comunistas de los anabaptistas, por ejemplo, sacaron inmediatamente, en varios campos, todas o casi todas las consecuencias del espíritu y de las tendencias de la Pseudo-Reforma: fracasaron.

B. La marcha lenta

Lentamente, a lo largo de más de cuatro siglos, las corrientes más moderadas del protestantismo, caminando de requinte en requinte, por etapas de dinamismo y de inercia sucesivas, van, sin embargo, favoreciendo paulatinamente, de uno u otro modo, la marcha de Occidente hacia el mismo punto extremo (cfr. Parte II, cap. VIII, 2).

C. Cómo se armonizan estas velocidades

Es necesario estudiar el papel de cada una de esas velocidades en la marcha de la Revolución. Se diría que los movimientos más veloces son inútiles. Sin embargo, no es verdad. La explosión de esos extremismos levanta un estandarte, crea un punto de mira fijo que, por su propio radicalismo, fascina a los moderados, y hacia el cual éstos se van encaminando lentamente. Así, el socialismo repudia al comunismo pero lo admira en silencio y tiende hacia él. Más remotamente, lo mismo se podría decir del comunista Babeuf y sus secuaces en los últimos destellos de la Revolución Francesa. Fueron aplastados. Pero lentamente la sociedad va siguiendo el camino hacia donde ellos la quisieron llevar. El fracaso de los extremistas es, pues, sólo aparente. Ellos colaboran indirecta, pero poderosamente, con la Revolución, atrayendo en forma paulatina a la multitud incontable de los "prudentes", de los "moderados" y de los mediocres, para la realización de sus culpables y exacerbados devaneos.

Plinio Corrêa de Oliveira 

Revolución y Contra-Revolución (21) – Cap. VI: La marcha de la Revolución (4. Las velocidades armónicas de la Revolución - A. La alta velocidad - B. La marcha lenta - C. Cómo se armonizan estas velocidades)

Los destaques en negrita pertenecen a la Redacción de Aristocracia y Sociedad Orgánica

 

Texto tomado de: rcr-una-obra-clave.blogspot.com

 

Encuentre y descargue gratuitamente Libros, artículos y noticias en varios idiomas sobre la obra del Dr. Plinio Corrêa de Oliveira y las TFPs y entidades afines y co-hermanas en:

www.pliniocorreadeoliveira.info

Buscar en el site pliniocorreadeoliveira.info en PESQUISAR artículo recomendado: Ambientes, Costumes, Civilizac,oes - Heresiarcas de hoje e de outrora


 

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario