sábado, 21 de noviembre de 2020

Revolución y Contra-Revolución (18) – Las tres profundidades de la Revolución: en las tendencias, en las ideas, en los hechos (Cap. V, 1 a 3)

 

















Escenas de la Revolución igualitaria universal freudo-marxista en las tendencias, en las ideas y en los hechos. No menos importante que el aspecto de inmoralidad es el procesivo, y el afán igualitario...

Capítulo V

Las tres profundidades de la Revolución:

en las tendencias, en las ideas, en los hechos

 

1. La Revolución en las tendencias

Como vimos, esta Revolución es un proceso compuesto de etapas, y tiene su origen último en determinadas tendencias desordenadas que le sirven de alma y de fuerza propulsora más íntima (cfr. Parte I, cap. III, 5).

Así, podemos también distinguir en la Revolución tres profundidades, que cronológicamente hasta cierto punto se interpenetran.

La primera, es decir, la más profunda, consiste en una crisis en las tendencias. Esas tendencias desordenadas por su propia naturaleza luchan por realizarse, no conformándose ya con todo un orden de cosas que les es contrario; comienzan por modificar las mentalidades, los modos de ser, las expresiones artísticas y las costumbres, sin tocar al principio, de modo directo -habitualmente, por lo menos- en las ideas.

 

2. La Revolución en las ideas

De esas camadas profundas, la crisis pasa al terreno ideológico. En efecto -como Paul Bourget puso en evidencia en su célebre obra “Le Démon du Midi”- "es necesario vivir como se piensa, so pena de, tarde o temprano, acabar por pensar como se ha vivido" (op.cit., Librairie Plon, París, 1914, vol. II, p. 375). Así, inspiradas por el desarreglo de las tendencias profundas, irrumpen nuevas doctrinas. Ellas procuran a veces, al principio, un modus vivendi con las antiguas, y se expresan de tal manera que mantienen con éstas un simulacro de armonía, el cual habitualmente no tarda en romperse en lucha declarada.

 

3. La Revolución en los hechos

Esa transformación de las ideas se extiende, a su vez, al terreno de los hechos, donde pasa a operar, por medios cruentos o incruentos, la transformación de las instituciones, de las leyes y de las costumbres, tanto en la esfera religiosa cuanto en la sociedad temporal. Es una tercera crisis, ya enteramente en el orden de los hechos.

 

Plinio Corrêa de Oliveira

 

Revolución y Contra-Revolución (18) – Las tres profundidades de la Revolución: en las tendencias, en las ideas, en los hechos (Cap. V, 1 a 3)

 

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