Escenas de la Revolución igualitaria universal freudo-marxista en las tendencias, en las ideas y en los hechos. No menos importante que el aspecto de inmoralidad es el procesivo, y el afán igualitario...
Capítulo V
Las tres profundidades de
en las tendencias, en las ideas, en los hechos
1.
Como
vimos, esta Revolución es un proceso compuesto de etapas, y tiene su origen
último en determinadas tendencias desordenadas que le sirven de alma y de
fuerza propulsora más íntima (cfr. Parte I, cap. III, 5).
Así,
podemos también distinguir en
La primera,
es decir, la más profunda, consiste en
una crisis en las tendencias. Esas tendencias desordenadas por su propia
naturaleza luchan por realizarse, no
conformándose ya con todo un orden de cosas que les es contrario; comienzan por modificar las mentalidades,
los modos de ser, las expresiones artísticas y las costumbres, sin tocar al
principio, de modo directo -habitualmente,
por lo menos- en las ideas.
2.
De esas
camadas profundas, la crisis pasa al terreno ideológico. En efecto -como Paul
Bourget puso en evidencia en su célebre obra “Le Démon du Midi”- "es necesario vivir como se piensa, so
pena de, tarde o temprano, acabar por pensar como se ha vivido"
(op.cit., Librairie Plon, París, 1914, vol. II, p. 375). Así, inspiradas por el
desarreglo de las tendencias profundas, irrumpen
nuevas doctrinas. Ellas procuran a
veces, al principio, un modus vivendi con las antiguas, y se
expresan de tal manera que mantienen con
éstas un simulacro de armonía, el
cual habitualmente no tarda en romperse
en lucha declarada.
3.
Esa transformación de las ideas se extiende, a
su vez, al terreno de los hechos, donde
pasa a operar, por medios cruentos o
incruentos, la transformación de las instituciones, de las leyes y de las
costumbres, tanto en la esfera religiosa cuanto en la sociedad temporal. Es
una tercera crisis, ya enteramente en el orden de los hechos.
Plinio Corrêa de Oliveira
Revolución y Contra-Revolución (18) – Las tres profundidades de
la Revolución: en las tendencias, en las ideas, en los hechos (Cap. V, 1 a 3)
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