jueves, 10 de enero de 2013

El antiguo cadete del Seminario de Nobles de Madrid tenía en mente a cuerpos de élite como los granaderos del Rey Sol - (10ª nota) - El guerrero y el caballo en la gesta hispanoamericana


 
 Infantería prusiana y granaderos de la Maison du Roi (la Casa del Rey Luis XIV) -
Tropas de élite que sirvieron de inspiración al Libertador para formar
los legendarios Granaderos a caballo sumando excelencias europeas y argentinas
Continuamos difundiendo "El guerrero y el caballo en la gesta hispanoamericana" (ver 9ª nota el 14 de diciembre de 2012) 
El antiguo cadete del Real Seminario de Nobles de Madrid tenía en mente algo como los granaderos montados que había creado Luis XIV, el “Rey Sol”, dice Fernando Romero Carranza. Los que, en 1830, el “rey populista” Luis Felipe de Orleáns, hijo de “Felipe Igualdad”, disolverá “por considerar que los granaderos configuraban un arma excesivamente aristocrática” para su gusto mediocre.
Para lograr el grado de excelencia requerido, San Martín basó la composición de su cuerpo en una estricta selección de  aspirantes.
Aristocrático no se oponía a criollo: “Entre los arreos de montar San Martín impuso como silla para la tropa el lomillo o recado de creación y  uso gauchesco, privilegiando así la equitación local, sólo permitiendo  en  los oficiales el uso de la silla inglesa;  para él, la elección de los caballos, su adiestramiento y su estado eran de gran importancia”.
Será el 3 de febrero de 1813 la oportunidad de poner a prueba sus granaderos en el combate de San Lorenzo. Llega desde Buenos Aires haciendo el excepcional recorrido de 80 km diarios (Goyret). Allí se produce el  bautismo de fuego de los 125 soldados del cuerpo de élite y sus caballos criollos.
San Martín pelea valientemente montado en un bayo, pelaje típico de la herencia del caballo español, al que Solanet atribuye características de especial brío y nobleza. El  caballo cae heroicamente en la refriega. El correntino Sargento Cabral con fuerza hercúlea solivia el animal muerto y salva al jefe, muriendo él. Manuel Díaz Vélez carga con tanto ímpetu que se desbarranca y muere de las heridas recibidas (Rosa).
Luego, en preparativos para la invasión a Chile, San Martín pide al gobierno de Buenos Aires 1500 caballos de pelea para los granaderos, “esa caballería maniobrera que nos dará decidida ventaja por desconocerla  en mucho por parte del enemigo”.
Esos caballos criollos con aptitudes y morfología apta para la acción rápida y la maniobra envolvente,  olvidada en España por los ejércitos de los Borbones, darán a San Martín la razón. 
(Finaliza en la siguiente entrega, que publicaremos próximamente)




San Martín logró el sueño de formar una versión original argentina
de los célebres cuerpos prusianos y franceses del Antiguo Régimen:
los históricos Granaderos a caballo, de valor, resistencia y destreza a toda prueba