viernes, 29 de noviembre de 2013

El Papa del contraataque salvador (III) - Titánicos esfuerzos




San Pío V, defensor de la Civilización Cristiana, “inflamado de espíritu de cruzada” (cf. “Historia de los Papas”, de Ludwig v. Pastor)
Algunas actitudes de Venecia despertaban la sospecha de que buscaba un arreglo bajo cuerda, que dejaría a España sola ante el Imperio turco. Y así la unión por la que trabajaba con perseverancia San Pío V se seguía demorando.
En cierto momento, gracias a Dios,  declaró  estar dispuesta a participar de una expedición conjunta si contara con el apoyo de naves y un Almirante del Papa, a lo que Su Santidad debió acceder a disgusto.
Marcantonio Colonna 
Marcantonio Colonna, gran representante de la Nobleza romana más fiel al Papado y más combativa
Se perfilaba la espinosa cuestión de designar un Almirante para la flota auxiliar. Con gran astucia y sabiduría San Pío V escogió a Marcantonio Colonna, destacadísimo noble romano de 35 años, que había contribuido con tres galeras propias a conquistar el Peñón de Vélez.
En mayo de 1570 llegaba un correo de España. Traía la declaración de que Felipe II estaba dispuesto a entablar negociaciones para concretar la liga. El Papa se conmovió hasta las lágrimas.
En un festivo domingo de junio, el Almirante Colonna hizo su entrada a caballo en el Vaticano, espléndidamente ataviado con traje de guerra, acompañado por la Nobleza romana.
En la capilla papal, después de la misa, prestó juramento y subió las gradas del trono para recibir de las manos sagradas del Papa el bastón de mando y el estandarte. Era de seda colorada y traía la imagen del Crucificado, entre el Príncipe de los Apóstoles y el blasón de San Pío V, con el lema que diera el triunfo a Constantino: In hoc signo vinces (“con este signo vencerás”).
La designación de Colonna fue recibida con alegría por los italianos y su acierto comprobado con el entusiasmo y dedicación que mostró en preparar la flotilla del Papa. En la Nobleza romana encontró óptima predisposición de participar en la gloriosa empresa.
            En Loreto se encomendó Colonna junto con su flota a la protección de la Madre de Dios y puso manos a la obra, no sin grandes dificultades.
El 1º de julio comenzaron las conversaciones para formalizar la liga a continuación de un discurso del Papa “inflamado de espíritu de cruzada” (Pastor, p. 561).
Las diferencias, resquemores y desconfianzas las hubieran hecho fracasar, a pesar del peligro inminente; sólo la paciencia y ecuanimidad del Papa santo fue capaz de lograrlo, debiendo dominar su fogoso temperamento con titánica fuerza de voluntad.
Se discutía contra qué enemigo se haría la liga, qué proporción de los inmensos costos y cuántos barcos aportaría cada parte, y muchos otros asuntos que daban lugar a las más tormentosas disputas.
Señorial retrato del Cardenal Granvela, por Antonio Moro. Representó fielmente a Su Majestad Católica Felipe II y fue uno de los artífices de la Liga contra el Islam promovida por el santo Papa
España, grande y abnegada, a pesar de sus tremendos problemas financieros, asumió generosamente cubrir la mitad de los costos, y finalmente lo hizo hasta un 60% (Walsh).
Faltaba decidir una gran cuestión: quién tendría el mando supremo de la flota. Venecia argumentaba que su bandera atraería más ayuda en la zona insular que sería teatro de la batalla; España –de acuerdo al lugar que el mismo Papa le señalara a su Rey- tenía idéntica aspiración. Con buen espíritu decidieron someterse a la decisión del Pontífice.
Fue una nueva ocasión en que se tornó patente su inspirada sabiduría. Su elección –tintineando en su mente las palabras del Evangelista “hubo un hombre enviado de Dios, cuyo nombre era Juan…”-  recayó sobre el medio hermano de Felipe II, el joven príncipe don Juan de Austria, admirado por su brillante triunfo en la azarosa guerra contra los moriscos.
A fines de julio un correo comunicó la decisión de Felipe II de que la flota genovesa se uniera a la veneciana bajo las órdenes del Almirante de la flota papal, Colonna. La alegría de Su Santidad fue grande… ¡pero qué decepción le tocó sufrir! El intento de maniobras conjuntas fue un completo fracaso. La flota dejó pasar la temporada sin lograr nada. No sólo eso. Los heroicos defensores de Nicosia debieron capitular, en septiembre, ante los turcos. Estos rompieron la palabra dada y 20.000 cristianos cayeron víctima del afán homicida de los musulmanes.

El valeroso Marcantonio Bragadino, bárbaramente torturado a muerte por los esbirros mahometanos de Lala Pashá (abajo)
La noticia afectó el ánimo de los defensores de la capital, Famagusta, capitaneados por el probado guerrero Marcantonio Bragadino, decidido a pelear hasta la última resistencia. Quedó abandonado a su suerte. En la toma de Famagusta, fue bárbaramente torturado a muerte por los turcos.
Los venecianos se quejaron de la falta de colaboración de la flota genovesa. Las tormentas destruyeron una cantidad de naves.
El dolor y disgusto del Papa por la vuelta sin combatir de una flota de esa magnitud fue indescriptible. Chipre quedaba librada a su propia suerte.
Juan Andrea Doria, Almirante de la flota genovesa al servicio de España
San Pío V envió a Pompeyo Colonna a presentar su amarga queja ante el Rey Católico y a exhortarlo a concretar su entrada en la liga. Mientras tanto, redoblaba sus oraciones y las procesiones, mientras continuaban -por parte de España y de Venecia- las nubes que amenazaban la liga. Felipe II quería que, en caso de que una de las partes abandonase la liga, recayesen sobre ella penas canónicas.

La República de San Marcos no quería saber nada al respecto. ¡Oh misteriosa fuerza de las penas salvíficas de la Santa Iglesia en la conciencia de los hombres!
Pero en este calvario, cuando todo parecía estar listo, surgían nuevas disensiones. La cuestión de quién representaría a don Juan de Austria en caso de ausencia frenaba el asentimiento final del Rey Católico. Ante estas dilaciones, que le parecieron sospechosas, el Santo Padre escribió de su propia mano una misiva, pidiéndole una inmediata definición so pena de cerrar las tratativas con España –sin dejar de apoyar a Venecia en la inminente lucha.
En Roma se temía que no habría arreglo con España, y que los venecianos harían un acuerdo con los turcos –¡un final trágico de imprevisibles consecuencias!
 San Pío V, como hábil timonel, había sabido conducir las tratativas a través de los arrecifes de tantas objeciones, desconfianzas y asuntos litigiosos. Cuando su paciencia llegaba al límite, contemplaba el gran objetivo, y recuperaba una prodigiosa serenidad …
El peligro turco no se mantenía de brazos cruzados: cada vez más ciudades estaban amenazadas. Sólo en Roma por influencia del Papa se percibía plenamente el alcance del peligro del Islam para toda Europa.
A comienzos de marzo de 1571, llegó la respuesta de Felipe II, pareciendo conducir al arreglo final.
La diplomacia francesa de Carlos IX, guiada por fuerzas  que secretamente  favorecían al enemigo de la Cristiandad, llevaban a cabo un trabajo de zapa para hacer fracasar  los esfuerzos de San Pío V contra el  peligro turco
A esta altura, el rostro del Papa se hallaba marcado por señales de tristeza y disgusto. El Nuncio en Venecia le comunicaba que el Senado veneciano  alargaba las cosas. Hoy no se resolvía el acuerdo porque había una fiesta; al día siguiente tampoco, porque el Dux estaba enfermo… Se hacía sentir en la trastienda el peso de un poderoso partido que privilegiaba los intereses comerciales por encima de todo, trabajaba duramente contra la Liga y aconsejaba aceptar los ofrecimientos de paz que un Agente francés traía en nombre del Sultán. Plinio Corrêa de Oliveira seguramente le hubiese llamado el partido de los “sapos”…
La situación sumió al Papa en honda tristeza. Pero no cejaba en sus afanes y mantenía constantes reuniones con los Cardenales. Uno de ellos le aconsejó mandarlo a Marcantonio Colonna como enviado especial a la ciudad de los canales. Junto con el Nuncio Facchinetti continuaron presionando hasta lograr las condiciones de poner un plazo que, una vez vencido, implicaría la renuncia de la Señoría a la Liga. Finalmente, tuvieron éxito.
Colonna, vuelto a Roma, fue recibido de inmediato por el Papa. El 19 de mayo corrió el rumor de que las tratativas –mantenidas en secreto por orden del Pontífice- habían concluido,  y que la liga estaba formada. Era cierto pero… surgieron nuevas pretensiones que el Papa debió aceptar.
El 25 de mayo,  tras la solemne lectura, fueron aprobados los artículos de la Liga por todos los Cardenales, y jurados por el Papa y los enviados de España y Venecia. El domingo 27 se comunicó formalmente el feliz suceso. Altos dignatarios hicieron conocer públicamente la esencia y metas de la unión ofensiva y defensiva entre el Papa, el Rey de España y Venecia contra el Sultán y los estados musulmanes vasallos, Argelia, Túnez y Trípoli.
Grande fue la alegría de Pío V por la conclusión final de la Triple Alianza. Hizo acuñar una medalla recordatoria y anunció un Jubileo general para implorar la bendición del Señor de las batallas sobre la fuerza de combate cristiana.
Venecia no dejó de poner a prueba nuevamente la paciencia del Papa, postergando por un tiempo el anuncio oficial de la Liga.
Expresivo del espíritu de cruzado del Vicario de Cristo –dice el  historiador de los Papas, Ludwig von Pastor- es su esfuerzo, apenas concluida la Liga, para ampliarla y fortalecerla con otras potencias católicas.
Mandó enviados papales ante diversas cortes, cuya presencia constituyó un apostolado anti-renacentista contra la corriente. Debían evitar recibir regalos, limitar las visitas a lo necesario, no participar de banquetes, cacerías y comedias –apropiadas, en una medida equilibrada y dentro del espíritu católico, para la vida de corte, pero impropias de miembros del Clero-, vestirse con modestia, celebrar la misa y comulgar.
La entrada a la Liga quedaba abierta al Emperador y a todos los restantes príncipes del orbe cristiano, aunque ninguno más se sumó a la cruzada…
Entretanto, el Santo Padre, defensor de la Cristiandad, disponía los aprestos necesarios para el combate, deseando que tuviera lugar cuanto antes. Un testigo escribió: “en Roma no se ven más que soldados”. Con estos esfuerzos, la flota papal estuvo lista el 21 de junio.
¿Qué pasó luego, cuando todo parecía preparado para el desenlace final? ¿Había llegado el momento del esperado golpe al poderío musulmán? Lo veremos en la próxima nota.

Fuentes consultadas:
Ludwig von Pastor „Geschichte der Päpste – Im  Zeitalter der katholischen Reformation und Restauration – Pius V (1566-1572)”, Freiburg im Breisgau 1920, Herder & Co., p. 539 y ss.)
William Thomas Walsh, “Felipe II”
Fr. Justo Pérez de Urbel, “Año Cristiano”, Ed. Poblet, Buenos Aires
Leopold von Ranke, „Die Römischen Päpste in den letzten vier Jahrhunderten“, t. 1, Gutenberg-Verlag Christensen & Co., Wien
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El Papa del contraataque salvador (III) – Esfuerzos titánicos

sábado, 23 de noviembre de 2013

Nobleza y élites tradicionales análogas - Prólogo por los Duques de Maqueda - Penetrante análisis - Visión de conjunto (4)

11/2013
 Prólogo Duques de Maqueda página
Comienzan los Duques refiriéndose al autor del libro, Prof. Plinio Corrêa de Oliveira, “figura ampliamente conocida en los medios católicos y conservadores de todo Occidente”. Evocan su actuación como diputado federal por la Liga Electoral Católica, y su brillante actividad docente; destacan su condición de conferenciante de gran reputación, y de colaborador asiduo en el mayor diario brasileño, la “Folha de Sao Paulo”, contando –entre libros y artículos- con dos mil quinientos títulos publicados.
Especial realce corresponde a En Defensa de la Acción Católica (1943) y a La libertad de la Iglesia en el Estado Comunista (1963), obras que merecieron significativas alabanzas de la Santa Sede.
En 1981, su manifiesto El socialismo autogestionario: frente al comunismo, ¿barrera o cabeza de puente?, análisis crítico del socialismo de Mitterrand, alcanza gran repercusión mundial, publicado en ciento cincuenta y cinco diarios de gran circulación en el Viejo y Nuevo Mundo, como la expresiva carta de apoyo del Prof. Hayek, premio Nobel de Economía.
Tal vez ninguna de sus obras haya tenido una repercusión tan profunda como el ensayo Revolución y Contra-Revolución, traducido a los principales idiomas. Describe la crisis del mundo moderno, detonada por el Humanismo, el Renacimiento y el Protestantismo, movimientos complementarios de sentido plenamente revolucionario, que dieron lugar a la Ilustración y la Revolución Francesa.
Estas doctrinas y tendencias se quintaesenciaron y dieron origen al marxismo y a la Revolución Rusa. Sobrevino la expansión mundial de la propaganda comunista y la súbita entrada en escena de una revolución cultural inaugurada por el movimiento de la Sorbona y los correlativos fenómenos del rock, movimiento hippie y punk, etc.
El Telón de Acero se desmoronó estrepitosamente y el comunismo pareció entrar en decadencia. Sin embargo Plinio Corrêa de Oliveira vio en estos hechos no tanto una acentuada decadencia, sino una astuta metamorfosis mediante la cual el comunismo, camuflado principalmente en la revolución ecológica de fondo socialista y autogestionario, procura imponer más que nunca al mundo moderno transformaciones radicales, respecto a las cuales el propio capitalismo de Estado no es, en el pensamiento de Marx, sino una etapa.
*       *       *
 A la luz de este ensayo el autor fundó un movimiento de inspiración católica: la Sociedad Brasileña de Defensa de la Tradición, Familia y Propiedad, que se extendió rápidamente fundándose, inspiradas en ella, entidades semejantes en casi toda América. Los ideales de la Tradición, Familia y Propiedad proyectaron su irradiación doctrinal en Europa, donde las TFPs actúan en casi todos los países. Además, se han constituido entidades afines o bureaux de representación en Africa, Asia y Oceanía.
Se formó así el mayor conjunto de entidades anticomunistas de inspiración católica del mundo contemporáneo, que actúan intensamente allí donde existen.
 Prólogo Duques de Maqueda escudoEs dentro de este enorme acervo de producción intelectual y de actuaciones concretas como ha de comprenderse el alcance de la más reciente obra del profesor Corrêa de Oliveira, a ser difundida en los cinco continentes.
Responde cuestiones fundamentales para el hombre contemporáneo, que duda entre dos modelos de sociedad. Uno, de inspiración nítidamente católica y tradicional, fundado en el supuesto de que las desigualdades proporcionales y armónicas entre las diversas clases sociales están en total consonancia con la doctrina católica y los principios básicos de la Civilización Cristiana.
El otro parte de la idea de que toda desigualdad es injusta, y conduce la sociedad a la lucha de clases y a la esterilidad -o a la sub-producción.
Los que aceptan el primer modelo encuentran simpática e importante la opción preferencial por los pobres, tan encomiada por el Papa Juan Pablo II, y también simpática y esencial para el buen orden social la existencia de élites auténticas, con vigorosa base religiosa y familiar. Pues una sociedad sin élites es como un cuerpo sin cabeza.
Al ilustre pensador brasileño le parece importante preservar esta gran verdad en los medios católicos, minados hoy por una crisis de autoridad y casi diríamos, de identidad, que llevó al Papa Pablo VI a afirmar que “La Iglesia atraviesa hoy un momento de inquietud. Algunos se ejercitan en la autocrítica, se diría que hasta en la autodemolición”; y que se tiene la sensación de que “por alguna fisura ha penetrado el humo de Satanás en el templo de Dios” (cf. Discurso al Pontificio Seminario Lombardo, 7/12/68, y homilía Resistite Fortes in Fide, 29/6/1972, en Insegnamenti di Paolo VI, Tipografía Vaticana, vol. VI, p. 1, 188 y vol. X, p. 707).
Tomando en consideración el carácter esencialmente jerárquico de la Iglesia fundada por N.S.J.C., y la suprema autoridad en el ejercicio de las funciones de enseñar, santificar y gobernar a los fieles, que corresponde a los Soberanos Pontífices, el autor pensó con acierto que, para orientar a las multitudes católicas, nada podría compararse en eficacia a un estudio que diera a conocer los principales documentos pontificios sobre esta materia. Para los millones de católicos que hay en el mundo, ninguna voz se asemeja en prestigio y autoridad a la de los sucesores de San Pedro.
Se trataba de poner en evidencia que, sin perjuicio de la opción preferencial por los pobres, los católicos fieles deben ejercer también una opción preferencial por los nobles.
Este objetivo le llevó a estudiar a fondo las catorce magníficas alocuciones con que Pío XII habló con paternal afecto y entusiasmante sabiduría sobre qué es en nuestros días la Nobleza y cuáles los deberes que le corresponde cumplir, aún cuando, privada de los bienes de fortuna, conserva todavía el brillo del nombre ilustre y las tradiciones de un pasado que ha de ser continuado con fidelidad.
También Pío XII demostró que las puertas de la Nobleza deben abrirse para ciertas categorías nuevas, puestas en relieve en el mundo contemporáneo por las transformaciones sociales y económicas, en un régimen de colaboración y ósmosis gradual.
La Nobleza debe ir extendiendo hacia esas categorías los predicados de una verdadera élite, ayudándolas a ascender gradualmente desde las carencias intelectuales y morales del “nuevo-riquismo” hacia los altos valores de la tradición. Estas deben mostrarse ávidas de asimilarlos en bien propio y para el bien común de la sociedad, transformándose en élites análogas y hermanas de la Nobleza, y no en rivales y adversarias de ésta.
Tenemos la seguridad de que estas enseñanzas, completadas con citas de otros Papas, de Santo Tomás y de otros Doctores de la Iglesia ayudarán a la Nobleza e Hidalguía españolas a conservar celosamente su identidad consigo mismas, y a encontrar la definición precisa de su misión y de su propia razón de ser en la sociedad contemporánea.

*       *       *
Séanos lícito acentuar junto con el profesor Plinio Corrêa de Oliveira, que la condición fundamental impuesta por Pío XII para que la Nobleza, Hidalguía y élites análogas cumplan sus importantes misiones de modo ejemplar es que perseveren con firmeza en la Fe, en la práctica ejemplar de los Mandamientos y en la vida de piedad, alimentada por la asidua frecuencia de los Sacramentos, pues sin estos recursos sobrenaturales el apóstol de nuestros días nada conseguirá hacer, como nada hubieran hecho los apóstoles de antaño. […]
 Prólo Duques de Maqueda firma



 Nobleza y élites tradicionales – Prólogo, por los Duques de Maqueda – Visión de conjunto (4)

 LN Visión de conjunto alargado

martes, 19 de noviembre de 2013

Monarquía, religión y nacionalismo: espejismo de Putin para encandilar al pueblo ruso


                     Los venerados íconos de la Madre de Dios atraen poderosamente al pueblo ruso
Exposition
Salle du manege Moscou
El esplendor del pasado zarista, un buen ropaje para encubrir la herencia stalinista
                                                                                                                                                                 El Picadero de los tiempos imperiales
Archimandrite Tikhon    V. Putin

El archimandrita Tikon y el presidente Putin, la autoridad religiosa unida a la autoridad civil en la promoción de un misterioso cocktail autocrático con apariencia zarista y cristiana que disimula las esencias stalinistas

Según la agencia AFP, un venerado ícono de la Ssma. Virgen con fama de milagroso, que atrae multitudes de fieles, y una interpretación a medida del reinado de los Romanov, que ensalza la vieja autocracia, presentadas en una feria organizada por el gobierno y la Iglesia “ortodoxa” rusa, está teniendo un éxito sin precedentes en Moscú.
La exposición “La Rusia ortodoxa. Los Romanov”, iniciativa del archimandrita Tikón –autoridad religiosa próxima al presidente Putin-, es vista diariamente por 17.000 visitantes.
El éxito que –según AFP- acompaña la muestra ha llevado al propio Putin a extender por decreto el horario hasta la medianoche, y la fecha de cierre –ya vencida- hasta el 26 de noviembre.
“La presencia del Icono Feodorovskaia de la Virgen María, protectora de los Romanov y con fama de milagrosa, juega un rol esencial (…). Los visitantes se apretujan delante de este ícono raramente expuesto al público, para prosternarse y besarlo” (“Le Quotidien”, 19.XI.13).
El visitante, profundamente motivado, es invitado a continuación a “redescubrir la historia de Rusia bajo el reinado de los Romanov”.
Pero en lugar de exhibir objetos de época, la exposición –gratuita- presenta a su modo la historia en gigantescos paneles que muestran cómo el país se agrandó constantemente en esos tiempos, y que Rusia, a principios del siglo XX (antes de la Revolución bolchevique) era una potencia mundial.
Los organizadores han querido “restablecer los hechos, sin comentarios” (¡!), haciendo la apología de la estabilidad y de un poder fuerte en Rusia, y denigrando toda forma de oposición. Un mensaje a medida para la Rusia de V. Putin, el antiguo jefe de la policía soviética.
Al no encontrar un punto de apoyo en el presente, el Poder lo busca en el pasado, dice el historiador Vitali Dymarsk, valiéndose “tanto del pasado zarista como del staliniano, para mostrar que el país debe ser fuerte”.
Hasta la rebelión de los decembristas (1825), que pedían una constitución, es presentada como “un complot de los franc-masones” –algo muy a propósito para la audaz tentativa de Putin de presentarse, ante movimientos europeos considerados de derecha, como el campeón del Cristianismo y la tradición.
Las “lecciones” de historia de Putin no son demasiado sutiles, están al alcance de quien las quiera ver: “demasiado a menudo en la historia nacional, la oposición al poder es en realidad una oposición a la propia Rusia”. Cuántos dictadores revolucionarios de Oriente o de Latinoamérica –muchos de ellos amigos de Putin, como el régimen de Cuba y de Venezuela- están empeñados en “redescubrir la historia nacional” y son paladines de esa fórmula!
Conociendo bien el alma rusa, como antiguo jefe de la ex KGB (la temible policía soviética), experto en guerra psicológica , Putin quiere deslumbrarla con el Icono de la Ssma. Virgen protectora de la Familia Imperial, con los esplendores de la Monarquía, con el espejismo del país fuerte realizando una simbiosis, como por arte de magia, con el stalinismo,  brutal negación del cristianismo y la monarquía. El archimandrita Tikón inciensa el proyecto consagrándolo ante el desgraciado pueblo creyente.
¿Qué nueva amenaza se estará gestando en la Rusia inconmensurable, contra cuyos errores alertó la Virgen en Fátima?
 Fuente informativa: http://www.lequotidien.lu/culture/50658.html



sábado, 16 de noviembre de 2013

El contraste entre viejas "novicias rebeldes" ávidas de revolución, y jóvenes religiosas ávidas de sublimidad

sábado, 16 de noviembre de 2013







NOTICIAS DE ACTUALIDAD COMENTADAS 
PARA LA JORNADA DE CULTURA HISPANOAMERICANA
POR LA CIVILIZACION CRISTIANA Y LA FAMILIA (IV)

Por Elena Brizuela y Doria


CONTRASTES

Viejas “novicias rebeldes”, ávidas de revolución; religiosas jóvenes, ávidas de sublimidad

En las elecciones pasadas (2012), un nuevo e inesperado protagonista entró a favor de la izquierda en la campaña presidencial norteamericana: un grupo de veteranas monjas católicas  progresistas capitaneadas por la hermana Simone Campbell. (...)
Para leer esta nota entrar en el sitio amigo Argentina, señorío y esplendor 


ARGENTINA, SEÑORIO Y ESPLENDOR

domingo, 10 de noviembre de 2013

San Vicente Ferrer y el Compromiso de Caspe - Una encrucijada histórica: se perfilan Isabel y Fernando - El entronque de las Casas de Trastámara y Austria y el "destino imperial" (5ª nota)


                                                     Pedro IV de Aragón
           Tiempos en que santos con vocación profética modelaban la Cristiandad:
                                            el Compromiso de Caspe, inspirado por San Vicente Ferrer
                                                  Fernando de Antequera
                   San Vicente Ferrer, llamado "el Angel del Apocalipsis"
                                Alfonso V de Aragón, rey de Nápoles
                          Enrique IV de Castilla, "afecto a toda inferioridad"
           ...perseguía a su hermana, doña Isabel, la futura Reina Católica
                                 Venciendo increíbles dificultades  Isabel y Fernando iniciaron una nueva época en el Reino de las Españas

                                                                   Toro

En Aragón también pugnaba la monarquía por imponerse a los nobles: Don Pedro IV había destruido con tal furor el “privilegio de la Unión” que llegó a lastimarse las manos con el puñal. Luego de Juan I y Martín I, concluyó la sucesión directa de la Casa real aragonesa.
Dos sobrinos del rey, el Conde de Urgel –aragonés-, y Don Fernando “de Antequera”  -infante castellano-, pretenden el trono.  Aragoneses, catalanes y valencianos se reúnen en Caspe por medio de representantes, en busca de una salida pacífica.
La opinión de más peso es la del predicador y taumaturgo San Vicente Ferrer –a quien llaman “el Angel del Apocalipsis” por la gravedad de los tiempos y de sus anuncios, y por el eco de su voz en las multitudes que lo siguen. “Su gran autoridad hizo que la elección recayera en Don Fernando,  el de Antequera[1], reafirmando el Compromiso de Caspe la unidad de España por sobre intereses localistas.
Con Fernando I de Antequera, hijo de Juan I de Castilla y de Leonor de Aragón, se inicia la rama aragonesa de la Casa de Trastámara.
A don Fernando I lo sucede su hijo, Alfonso V,  quien sigue alargando el reino hacia el Mediterráneo. Nombrado heredero por la Reina de Nápoles, vence a los adversarios franceses y se apodera del reino napolitano.  Su espectacular entrada en la ciudad se da al mejor estilo grecorromano. Convierte su Corte en meca renacentista de la que nunca regresará a España.
A diferencia de Castilla, Aragón mira hacia Italia –manzana de la discordia con Francia. La posesión de Cerdeña, Sicilia y Nápoles, le permite dominar el Mediterráneo occidental y llevar el reino a un ápice histórico.
Luego de Alfonso V (+1458), hereda Nápoles su hijo Fernando. Aragón pasa a su hermano Juan –que reina como Juan II (1458-1479). Se intensifica la relación con Italia, lo que se refleja en el arte y las costumbres españolas.
A Don Juan II de Aragón le toca hacer frente a don Carlos, príncipe de Viana, que pretende su trono apoyado por los catalanes. La guerra interior se termina por un acuerdo.  Pero muere el príncipe poco después, lo que despierta sospechas y mueve a los catalanes a declararse independientes de Juan II. Finalmente, tras luchas, idas y venidas, vuelven a la obediencia y amistad del rey de Aragón.

El fin de una era – Una encrucijada histórica - Se perfilan Fernando e Isabel

En Castilla, luego de Juan II, el de la corte “refinada y blanda”, reina su hijo Enrique IV. “Era urgente la necesidad de un rey fuerte que uniera los estados cristianos y finalizara la reconquista. Pero el cetro de San Fernando había caído en manos del medio hermano de Isabel, conocido como Enrique el Impotente. Su aspecto, afín a sus costumbres, era chocante. Calzaba borceguíes moriscos, cubiertos de barro. Su mirada daba miedo”. Era afecto “a toda inferioridad”.
Ante los moros, combatidos vigorosamente por los buenos reyes, “era lo que ahora se llama un pacifista. Síntoma, también, de todas las decadencias”. Los nobles sospechaban que se entendía con ellos en secreto. “Su reinado es, acaso, el más triste y desgraciado que nunca hubo en España”.
Ante las evidencias, conformes a los usos y costumbres reales, de que ninguno de sus dos matrimonios se había consumado –el primero, con doña Blanca de Navarra, y el segundo, con doña Juana de Portugal-,  causó revuelo el nacimiento, en 1462, de una infanta. Esta fue Juana de Trastámara y Enríquez, y su paternidad se atribuyó a Beltrán de la Cueva, noble renacentista cuya asiduidad con la reina era pública y notoria. El rey, “queriendo encubrir el defecto natural  que tenía para engendrar, publicó que el preñado de la reina era suyo”.
La pretensión real de imponer como legítima sucesora a “la Beltraneja” condujo al enfrentamiento con los nobles, que querían que Enrique IV reconociera como heredero al infante Don Alfonso, hermano entero de lsabel.
Con posterioridad a la victoria de las armas reales en Olmedo, murió el infante don Alfonso. Los nobles ofrecieron la corona a Doña Isabel. Temiendo perder la bendición de Dios respondió que, mientras viviese Enrique IV, heredero legítimo del Rey, su padre, no la aceptaba, pero sí asumía el carácter de heredera, desconociendo los pretendidos derechos de “la Beltraneja”.
El rey se vio obligado a acceder a ello en el Tratado de Toros de Guisando, aunque luego intentaría obstinadamente otras maniobras, inclusive arrestarla, sin lograr sus designios.
Había varios pretendientes a la mano de la futura Reina de Castilla, para aquella boda en que “se jugaba la suerte de España”. Isabel se inclinaba a la unión con el infante de Aragón, Fernando, su primo segundo, y el pueblo castellano en todos sus estamentos la acompañaba.
Las preferencias personales se aunaban a los intereses dinásticos. La unión castellano-aragonesa había sido fundamental en los gloriosos días de Las Navas y el Salado. Era hora de unir ambos reinos por la unión sacramental de sus futuros soberanos. El casamiento providencial debió celebrarse sin la autorización del monarca,  en circunstancias de riesgo y aventura que no faltarían en la vida de los Reyes Católicos…, el 19 de octubre de 1469.
Tres años después, “tras la muerte de Enrique IV, Isabel fue proclamada Reina, el 13 de diciembre de 1472 a las puertas de la Iglesia de San Miguel, en Segovia, ciudad y Alcázar a los que fue muy adicta…”.
Equilibradas las cargas con Fernando con respecto a sus derechos y preeminencias, que no debían invadir las libertades castellanas ni el poder de la Reina –como fundadamente se temía-, se creó un escudo de armas “en el cual figuraban castillos y leones, por Castilla y León; barras rojas por Aragón y águilas por Sicilia y además, flechas por Fernando y las Y, por Isabel”.
Se le agregaron asimismo dos barras que simbolizan las Columnas de Hércules.
“Adoptaron también el lema: Tanto monta, monta, tanto, Isabel como Fernando”, dice Adela F. A. de Schorr.
Pero no se apagaron tan pronto las querellas dinásticas. El rey Alfonso V de Portugal, apoyado por un sector de nobles españoles, quería imponer a su sobrina, la Beltraneja, y aún pensaba con gran osadía en casarse con ella, previa dispensa papal, para apoderarse del trono castellano. Vencido en la decisiva batalla de Toro por Isabel y Fernando, debió firmar la paz.  La problemática princesa se recluyó en un convento.


sábado, 2 de noviembre de 2013

"No cederemos nada, jamás, jamás, jamás": la resistencia pro-vida en Francia - El increíble apoyo de eclesiásticos "progresistas" a la demolición de la Familia - El llamado de Francia, anunciado por San Pío X

En el sitio amigo "Argentina, señorío y esplendor" se están difundiendo las ponencias de la IX Jornada de Cultura Hispanoamericana por la Civilización Cristiana. Recomendamos su lectura.

sábado, 2 de noviembre de 2013

"No cederemos nada, jamás, jamás, jamás" - La resistencia por la Familia y la Vida en Francia : una esperanza

NOTICIAS DE ACTUALIDAD COMENTADAS 
PARA LA JORNADA DE CULTURA HISPANOAMERICANA
POR LA CIVILIZACION CRISTIANA Y LA FAMILIA (II)
Por Elena Brizuela y Doria



“No cederemos nada, jamás, jamás, jamás”: la resistencia pro-vida en Francia – El increíble apoyo de eclesiásticos “progresistas” a la demolición de la Familia católica – El llamado de Francia anunciado por San Pío X
Continuamos la exposición de noticias de interés para la Jornada, con la resistencia contra el pseudo-matrimonio entre personas del mismo sexo en Francia, con informaciones extraídas principalmente de la documentada nota de Alejandro Ezcurra Naón: "Francia despierta... ¿y el mundo también?" (*).
Hablemos de la gigantesca marcha del 26 de mayo pasado en París, que reunió cerca de un millón de personas en protesta contra la ley de “matrimonio” homosexual promulgada semanas antes. Hubo cuatro como ésta en menos de seis meses y una serie de protestas menores  por todo el territorio francés. Asimismo, movimientos similares en Inglaterra, Croacia, Estonia y otros países. (...)
Para leer la ponencia, pulsar en el vínculo de encima