miércoles, 28 de abril de 2021

En la fiesta de San Luis María Grignion de Montfort, publicamos su portentosa ORACION ABRASADA (traducida por Nobleza.org)

 


Memento…

ORACION ABRAZADA (Prière Embrasée)

San Luis María Grignion de Montfort

Agradecemos a Nobleza.org la gentileza de permitirnos publicar esta magnífica Oración  

▪ Traducido del original francés por la Redacción de Nobleza.org

▪ La división en días, título y subtítulos  -que se presta para meditaciones diarias- es tomada de Preces(*)

◊ San Luis María Grignion de Montfort compuso esta oración teniendo en cuenta a los Apóstoles de los Ultimos Tiempos. En nuestra época, marcada por las graves advertencias y promesas de Fátima, la aflicción de la Santa Iglesia es tan universal y profunda que, con algunas adaptaciones, se pueden aplicar estas palabras de fuego: que el Inmaculado Corazón de María nos conceda Sacerdotes y Apóstoles laicos -semejantes a estos admirables misioneros de que nos habla el Santo- que, como instrumentos de la Virgen Santísima, logren la exaltación de la Esposa de Cristo y la derrota de las huestes infernales (Cfr. “Preces”, VI Semana de Estudios de “Catolicismo”, A.D. 1958, pp.7/21, Impr. Assumpção Teixeira S.Paulo, para Boa Imprensa Ltda., Campos, RJ)


ORACION PIDIENDO APOSTOLES

PARA LAS ACTUALES CALAMIDADES


1º DÍA: SUSCITAD HOMBRES DE VUESTRA DIESTRA

[1] Memento, Domine, Congregationis tuae, quam possedisti ab initio* (cf. Ps 74 [73], 2). Acordaos, Señor, de vuestra Congregación, que habéis poseído desde toda la eternidad, pensando en ella en vuestro espíritu ab initio; que habéis poseído en vuestras manos cuando sacasteis el universo de la nada ab initio; que poseíste en vuestro corazón cuando vuestro querido Hijo muriendo en la cruz la regaba con su sangre y la consagraba por su muerte confiándola a su Madre Santísima. Memento Congregationis tuae quam possedisti ab initio*.

(*) Acuérdate de tu congregación, que ha sido desde el principio tu posesión. Cf. Antiguo Testamento, Vulgata, Cultural SA, Madrid.

[2] Escuchad, Señor, los designios de vuestra misericordia; suscitad hombres de vuestra diestra, tales como los habéis mostrado, dándoles conocimientos proféticos, a algunos de vuestros mayores siervos, un San Francisco de Paula, un San Vicente Ferrer, una Santa Catalina de Siena, y a tantas otras grandes almas en el siglo pasado y aún en éste en que vivimos.

[3] Memento: Dios Todopoderoso, acordaos de esta Compañía aplicándole la omnipotencia de vuestro brazo, que no ha disminuido, para darla a luz y conducirla a su perfección: Innova signa, immuta mirabilia (Si 36,6), sentiamus adjutorium brachii tui*: Oh gran Dios, que podéis hacer de las piedras brutas otros tantos hijos de Abraham, decid una sola palabra como Dios para enviar buenos obreros a vuestra cosecha y buenos misioneros a vuestra Iglesia.

(*) Renovad los prodigios y haced milagros nuevos (Si 36,6); que sintamos la ayuda de vuestro brazo

 [4] Memento: Dios de bondad, acordaos de vuestras antiguas misericordias, y por esas mismas misericordias acordaos de esta congregación; acordaos de las reiteradas promesas que nos habéis hecho por vuestros profetas y por vuestro propio Hijo de atendernos en nuestros justos pedidos. Acordaos de las oraciones que vuestros siervos y siervas os han hecho sobre este asunto durante tantos siglos; que sus deseos, sus gemidos, sus lágrimas y su sangre derramada vengan a vuestra presencia y soliciten poderosamente vuestra misericordia. Pero acordaos sobre todo de vuestro amado Hijo: respice in faciem Christi tui* (Ps 84 [83] 10). Su agonía, su confusión y su queja amorosa en el Huerto de los Olivos, cuando dijo: quae utilitas in sanguine meo** (Ps 30 [29], 10). Su cruel muerte y su sangre derramada os griten altamente misericordia, a fin de que, por medio de esta Congregación, su imperio sea establecido sobre las ruinas de sus enemigos.

(*) Pon los ojos en el rostro de tu Cristo

(**) ¿Qué utilidad te acarreará mi muerte?


 [5] Memento: Acordaos, Señor, de esta comunidad a los efectos de vuestra justicia. Tempus faciendi, Domine, dissipaverunt legem tuam* (Ps 119 [118], 126): es tiempo de hacer lo que habéis prometido hacer. Vuestra divina ley es transgredida, vuestro Evangelio es abandonado, los torrentes de iniquidad inundan toda la tierra y arrastran hasta vuestros siervos, toda la tierra está desolada, la impiedad está sobre el trono, vuestro santuario es profanado y la abominación está hasta en el lugar santo.                                                   

¿Dejaréis todo así al abandono, justo Señor, Dios de las venganzas? ¿Se tornará todo al final como Sodoma y Gomorra? ¿Os callaréis siempre? ¿Soportaréis siempre? ¿No hace falta que vuestra voluntad se haga sobre la tierra como en el cielo y que venga [a nosotros] vuestro reino? ¿No habéis mostrado anticipadamente a algunos de vuestros amigos una futura renovación de vuestra Iglesia? ¿Los judíos no deben convertirse a la verdad? ¿No es eso lo que la Iglesia espera? ¿Todos los santos del cielo no os gritan justicia: vindica (Ap. 6,10)? ¿Todos los justos de la tierra no os dicen: amen, veni, Domine**? (Ap 22,20). Todas las criaturas, aún las más insensibles, gimen  bajo el peso de los innumerables pecados de Babilonia y piden vuestra venida para restablecer todas las cosas. Omnis creatura ingemiscit, etc.*** (Cf. Rom, 8,22).

(*) Es tiempo de obrar, Señor, han echado por el suelo tu ley

(**) Amen, venid Señor!

(***) Todas las creaturas están suspirando…


2º DIA: DESAPEGADOS DE TODO AFECTO TERRENO

 [6] Señor Jesús, memento Congregationis tuae: acordaos de dar a vuestra Madre una nueva Compañía para renovar por Ella todas las cosas y terminar por María los años de la gracia, como los habéis comenzado por Ella.


Da matri tuae liberos, alioquin moriar (Gn 30, 1): dad hijos y siervos a vuestra Madre, de lo contrario, que yo muera. Da Matri tuae: es por vuestra Madre que os lo pido. Acordaos de sus entrañas y de sus pechos y no me rechacéis. Acordaos de quien sois Hijo y escuchadme. Acordaos de lo que Ella es para Vos y de lo que Vos sois para Ella, y satisfaced mis deseos.

¿Qué es lo que os pido? Nada en mi favor, todo por vuestra gloria. ¿Qué es lo que os pido? Lo que Vos podéis y aún, me atrevo a decirlo, lo que debéis concederme, como verdadero Dios que sois, a quien todo el poder ha sido dado en el cielo y en la tierra, como el mejor de todos los hijos, que amáis infinitamente a vuestra Madre.

 [7] ¿Qué es lo que os pido? Liberos: sacerdotes(1) libres de vuestra libertad, desapegados de todo, sin padre, sin madre, sin hermanos, sin hermanas, sin parientes según la carne, sin amigos según el mundo, sin bienes, sin estorbos y sin cuidados, y aún sin voluntad propia.

[N.d.l.R.1: cfr. el contexto de la Oración Abrasada y pasajes similares del Tr. de la Verd. Devoción, el Santo podría también referirse aquí a apóstoles laicos]

[8] Liberos: esclavos de vuestro amor y de vuestra voluntad, hombres según vuestro corazón que, sin voluntad propia que los manche y los detenga, hagan todas vuestras voluntades y arrollen a todos vuestros enemigos, como otros tantos Davides, [con] el báculo de la Cruz y la honda del Santo Rosario en las manos; in baculo Cruce et in virga Virgine (S.17, 40 y Ps 23 (22), 4).


[9] Liberos: nubes elevadas de la tierra y llenas de rocío celeste que, sin impedimento, vuelan por todas partes según el soplo del Espíritu Santo. Son ellos en parte los que conocieron vuestros profetas cuando preguntaban:  qui sunt isti qui sicut nubes volant* (Is 60,8)? Ubi erat impetus spiritus illuc gradiebantur** (Ez 1, 12).

(*) ¿quiénes son esos que vuelan como nubes?

(**) Adonde los llevaba el ímpetu del Espíritu, allá iban

[10] Liberos: hombres siempre a vuestra mano, siempre listos a obedeceros, a la voz de sus superiores, como Samuel: praesto sum (1S 3, 16), prestos siempre a correr y a sufrirlo todo con Vos y por Vos, como los Apóstoles: eamus et nos ut moriamur cum illo (Jn 11, 16**).

(*) Presto estoy!

(**) Vamos también nosotros y muramos con él.

[11] Liberos: verdaderos  hijos de María, vuestra Santa Madre, engendrados y concebidos por su caridad, llevados en su seno, pegados a sus pechos, alimentados con su leche, educados por sus cuidados, sostenidos por su brazo y enriquecidos de sus gracias.


[12] Liberos: verdaderos siervos de la Santa Virgen que, como otros tantos Santos Domingos vayan por todas partes, con la antorcha brillante y ardiente del santo Evangelio en la boca y el santo Rosario en la mano, a ladrar como perros, a arder como fuegos y a alumbrar las tinieblas del mundo como soles, y que, por medio de una verdadera devoción a María, es decir interior sin hipocresía, exterior sin crítica, prudente sin ignorancia, tierna sin indiferencia, constante sin liviandad y santa sin presunción, aplasten por todas partes por donde vayan la cabeza de la antigua serpiente, a fin de que la maldición que Vos le echásteis se cumpla enteramente: inimicitias ponam inter te et mulierem, inter semen tuum et semen ipsius et ipsa conteret caput tuum* (Gn 3, 15).

(*) Yo pondré enemistades entre ti y la mujer, y entre tu raza y la raza de Ella. Ella aplastará tu cabeza y tú andarás acechando a su calcañar.


3º DIA: EN LUCHA CON EL DEMONIO

[13] Es verdad, gran Dios,  que el demonio pondrá, como lo habéis predicho, grandes asechanzas al talón de esta mujer misteriosa, es decir a esta pequeña Compañía de sus hijos que vendrán hacia el fin del mundo, y que habrá grandes enemistades entre esta bienaventurada posteridad de María y la raza maldita de Satanás. Pero es una enemistad toda divina y la única de la que Vos sois el Autor: inimicitias ponam*. Pero estos combates y estas persecuciones, que los hijos y la raza de Belial librarán contra la raza de vuestra Santa Madre, no servirán sino para hacer brillar más el poder de vuestra gracia, el coraje de su virtud y la autoridad de vuestra Madre; puesto que Vos le habéis dado desde el principio del mundo el encargo de aplastar a este orgulloso por la humildad de su corazón y de su talón: Ipsa conteret caput tuum**.

(*) Yo pondré enemistades …

(**) Ella aplastará tu cabeza

[14] Alioquin moriar*: ¿No es mejor para mí morir que veros, mi Dios, todos los días tan cruel y tan impunemente ofendido y de estar todos los días más y más en peligro de ser arrastrado por los torrentes de iniquidad que crecen? Mil muertes me serían más tolerables. O enviadme socorro del cielo o llevaos mi alma. Si no tuviese la esperanza de que oiréis pronto o tarde a este pobre pecador en los intereses de vuestra gloria, como habéis ya oído a tantos otros: iste pauper clamavit et Dominus exaudivit eum** (Ps 34 [33], 7), yo os pediría absolutamente con un profeta: tolle animam meam*** (1 R 19, 4). Pero la confianza que tengo en vuestra misericordia me hace decir con otro profeta: non moriar sed vivam et narrabo opera Domini**** (Ps 118 [117], 17), hasta que pueda decir con Simeón: nunc dimittis servum tuum in pace, quia viderunt oculi mei***** (Lc 2, 29-30), etc.

(*) …que yo muera)

(**) Clamó este pobre y el Señor le oyó

(***) ¡Toma mi alma!)

(****) No moriré, viviré y relataré la obra del Señor! 

(*****) Ahora, Señor, despides a tu siervo, según se lo prometiste, en paz. Porque vieron mis ojos la salvación, etc.


4º DIA: GENERADOS POR EL ESPIRITU SANTO EN MARIA

 [15] Memento: Espíritu Santo, acordaos de producir y formar hijos de Dios con vuestra divina y fiel Esposa María. Vos formásteis la cabeza de los predestinados con Ella y en Ella; y es con Ella y en Ella que debéis formar todos sus miembros.  Vos no engendráis ninguna persona divina en la Divinidad, pero sois Vos solo quien formáis todas las personas divinas fuera de la Divinidad, y todos los santos que han sido y serán hasta el fin del mundo son otras tantas obras de vuestro amor unido a María.

[16] El reino especial de Dios Padre duró hasta el diluvio y terminó por un diluvio de agua; el reino de Jesucristo terminó por un diluvio de sangre, pero vuestro reino, Espíritu del Padre y del Hijo, continúa actualmente y terminará por un diluvio de fuego, de amor y de justicia.

 [17] ¿Cuándo vendrá ese diluvio de fuego del puro amor que Vos debéis encender sobre toda la tierra de un modo tan suave y tan vehemente que todas las naciones, los turcos, los idólatras y hasta los judíos han de arder en él y convertirse? Non est qui se abscondat a calore ejus (Ps 19 [18], 7). Accendatur (Lc 12, 49): que este divino fuego que Jesucristo ha venido a traer sobre la tierra se encienda antes que Vos encendáis el de vuestra cólera que reducirá toda la tierra a cenizas. Emitte Spiritum tuum et creabuntur et renovabis faciem terrae (Ps 104 [103], 30); enviad este Espíritu todo de fuego sobre la tierra para crear en ella sacerdotes (1) todos de fuego, por cuyo ministerio la faz de la tierra sea renovada y vuestra Iglesia reformada.

(*)…ni hay quien pueda esconderse de su calor (Ps. 18 (19), 7)

(**) Yo he venido a poner fuego en la tierra

N.d.l.R.1: cfr. el contexto de la Oración Abrasada y pasajes similares del Tr. de la Vd. Devoción, el Santo podría también referirse a apostoles laicos


[18] Memento Congregationis tuae: es una congregación, es una asamblea, es una selección, es un apartado de predestinados que Vos debéis hacer en el mundo y del mundo: Ego elegi vos de mundo* (Jn 15, 19). Es un rebaño de corderos pacíficos que Vos debéis juntar de entre tantos lobos; una Compañía de castas palomas y de águilas reales de entre tantos cuervos; un enjambre de abejas de entre tantas avispas; una manada de ciervos ágiles de entre tantas tortugas; un escuadrón de leones valerosos de entre tantas liebres tímidas. ¡Ah! Señor: congrega nos de nationibus** (Ps 106 [105], 47). Congregadnos , unidnos, para que se rinda toda la gloria a vuestro nombre santo y poderoso.

(*) Os entresaqué Yo del mundo

(**) Recógenos de entre las naciones


5º DIA: ENTERAMENTE CONFIANTES EN LA PROVIDENCIA

[19] Vos predijisteis esta ilustre Compañía a vuestro profeta, que habla de ella en términos bien oscuros y bien secretos pero totalmente divinos: 1. Pluviam voluntariam segregabis, Deus, haereditati tuae et infirmata est, tu vero perfecisti eam. – 2. animalia tua habitabunt in ea. Parasti in dulcedine tua pauperi, Deus. – 3. Dominus dabit verbum evangelizantibus virtute multa. – 4. Rex virtutum dilecti dilecti et speciei domus dividere spolia. – 5. Si dormiatis inter medios cleros, pennae columbae deargentatae et posteriora dorsi ejus in pallore auri. – 6. Dum discernit caelestis reges super eam, nive dealbabuntur in Selmon; mons Dei, mons pinguis. – 7. Mons coagulatus, mons pinguis; ut quid suspicamini montes coagulatos. – 8. Mons in quo beneplacitum est Deo habitare in eo, etenim Deus habitabit in finem(*) (Ps 68 [67], 10-17).

(*) Oh Dios, Tú distribuiste una lluvia abundante y apacible a tu heredad; ella estaba agotada, pero Tú la has recreado. 2. Tendrán en ella morada los que son de tu grey; en tu bondad, oh Dios, has provisto al pobre. 3. El Señor dará palabras a cuantos anuncian con valor la buena nueva. 4. El rey de los ejércitos está con su muy amado; y la hermosura de la casa reparte los despojos. 5. Cuando descansáis en medio de los apriscos, sóis como una paloma de plateadas alas, cuyas plumas por la espalda echan brillo de oro. 6. Cuando el Altísimo ejerce su juicio sobre los reyes de la tierra, blanquea con la nieve el Selmón. El monte de Dios es un monte fértil. 7. Monte cuajado, monte fecundo. 8. ¿Por qué andáis pensando en otros montes fértiles? En este monte Dios se complació en fijar su morada. Sí, en él habitará el Señor para siempre (Ps 68 [67], 10-17); (cf. El Antiguo Testamento, Vulgata, t. II, 4ta. ed., Ed. Guadalupe, Buenos Aires).

[20] ¿Cuál es, Señor, esa lluvia voluntaria que Vos habéis separado y escogido para vuestra heredad debilitada sino estos santos misioneros, hijos de María, vuestra Esposa, que Vos debéis reunir y separar del común por el bien de vuestra Iglesia tan debilitada y tan manchada por los crímenes de sus hijos?

[21] ¿Quiénes son esos animales y esos pobres que permanecerán en vuestra heredad y que allí serán alimentados de la dulzura divina que Vos les habéis preparado sino estos pobres misioneros abandonados a la Providencia que rebosarán de vuestras más divinas delicias; sino estos animales misteriosos de Ezequiel que tendrán la humanidad del hombre por su caridad desinteresada y bienhechora hacia el prójimo, el coraje del león por su santa cólera y su celo ardiente y prudente contra los demonios e hijos de Babilonia, la fuerza del buey por sus trabajos apostólicos y su mortificación contra la carne, y finalmente la agilidad del águila por su contemplación en Dios? Tales serán los misioneros que Vos queréis enviar a vuestra Iglesia. Tendrán ojo de hombre para el prójimo, ojo de león contra vuestros enemigos, ojo de buey contra sí mismos y ojo de águila para Vos.


[22] Estos imitadores de los apóstoles predicarán virtute multa* (cf. Mt. 24, 30; Mc 13, 16), virtute magna** (cf. Ac 4, 33; Bar 2, 11), con gran fuerza y virtud, y tan grande y estrepitosa y resplandeciente [éclatante], que revolverán a todos los espíritus y corazones en los lugares donde predicarán. Es a ellos a quienes daréis vuestra palabra: dabit verbum: vuestra misma boca y vuestra sabiduría; dabo vobis os et sapientiam cui non poterunt resistere omnes adversarii vestri (Lc 21, 15) a la que ninguno de sus enemigos podrá resistir.

(*) Con gran poder

(**) Con gran valor; (Bar) Con mano fuerte

(***) Yo pondré las palabras en vuestra boca y una sabiduría a que no podrán resistir ni contradecir todos vuestros enemigos

[23] Es de entre estos bienamados que Vos, en calidad de Rey de las virtudes, de Jesucristo el bienamado, tomaréis vuestras complacencias, pues ellos no tendrán otro fin en todas sus misiones que daros toda la gloria de los despojos que arrebatarán a vuestros enemigos: Rex virtutum dilecti dilecti et speciei domus dividere spolia*.

 (*) El rey de los ejércitos está con su muy amado; y la hermosura de la casa reparte los despojos

[24] Por su abandono a la Providencia y su devoción a María tendrán las alas plateadas de la paloma; inter medios cleros pennae columbae deargentatae, es decir la pureza de la doctrina y de las costumbres; y su espalda dorada: et posteriora dorsi ejus in pallore auri, es decir una perfecta caridad hacia el prójimo para soportar sus defectos y un gran amor por Jesucristo para llevar su cruz.


[25] Vos solo, como Rey de los cielos y Rey de los reyes, separaréis del común a estos misioneros como otros tantos reyes para tornarlos más blancos que la nieve en la montaña de Selmón, montaña de Dios, montaña abundante y fértil, montaña fuerte y coagulada, montaña en la que Dios se complace maravillosamente y en la que El habita y habitará hasta el fin.

¿Quién es, Señor, Dios de verdad, esta misteriosa montaña de la que nos decís tantas maravillas sino María, vuestra querida Esposa, cuyos cimientos habéis puesto sobre las cumbres de las más altas montañas: Fundamenta ejus in montibus sanctis* (Ps 87 [86], 1). Mons in vertice montium** (Is 2, 2).

(*) Sobre los montes santos está ella fundada.

(**) el monte de la casa del Señor estará preparado sobre la cumbre de los montes

Felices y mil veces felices los sacerdotes (ver N.d.l.R.1) que Vos habéis escogido y predestinado tan bien para morar con Vos en esta abundante y divina montaña, a fin de que allí lleguen a ser reyes de la eternidad por su desprecio de la tierra y su elevación en Dios, a fin de allí volverse más blancos que la nieve por su unión a María, vuestra Esposa toda bella, toda pura y toda inmaculada, a fin de allí enriquecerse del rocío del cielo y de la grosura de la tierra, de todas las bendiciones temporales y eternas de que María está llena.   

Es de lo alto de esta montaña que, como otros Moisés, lanzarán por sus ardientes plegarias dardos contra sus enemigos para abatirlos o convertirlos. Es en esta montaña donde oirán de la propia boca de Jesucristo, que allí mora siempre, la inteligencia de sus ocho bienaventuranzas. Es en esta montaña de Dios que serán transfigurados con El sobre el Tabor, que morirán con El como en el Calvario y que subirán al Cielo con El como desde el monte de los Olivos.



6º DIA: QUE APAGUEN EL FUEGO EN LA CASA DE DIOS

[26] Memento Congregationis tuae. Tuae: a Vos sólo os toca formar por vuestra gracia esta Congregación; si el hombre pone el primero la mano, nada se hará; si mezcla de lo suyo con Vos echará todo a perder, trastornará todo. Tuae Congregationis: es vuestra obra, gran Dios. Opus tuum fac: haced vuestra obra toda divina, juntad, llamad, reunid de todas partes de vuestro dominio a vuestros elegidos para haceros de ellos un cuerpo de ejército contra vuestros enemigos.

[27] ¡Ved, Señor, Dios de los ejércitos, los capitanes que forman compañías completas, los potentados que levantan ejércitos numerosos, los navegantes que arman flotas enteras, los mercaderes que se reúnen en gran número en los mercados y las ferias!¡Qué de ladrones, de impíos, de borrachos y de libertinos se unen en tropel contra Vos todos los días y tan fácil y prontamente! un silbido que se lance, un tambor que se toque, una punta de espada oxidada que se muestre, una rama de laurel que se prometa, un pedazo de tierra amarilla o blanca que se ofrezca…, en tres palabras, un humo de honra, un interés de nada y un miserable placer de bestia que se tiene en vista reúne en un instante a los ladrones, agrupa los soldados, junta los batallones, congrega a los mercaderes, llena las casas y los mercados y cubre la tierra y el mar de una muchedumbre innumerable de réprobos que, aunque todos divididos los unos de los otros, por la distancia de los lugares, o por la diferencia de humores, o por su propio interés, se unen no obstante todos juntos hasta la muerte para haceros la guerra bajo el estandarte y la conducción del demonio.


[28] Y vos, gran Dios, aunque haya tanta gloria, dulzura y provecho en serviros, ¿casi nadie tomará vuestro partido? ¿Casi ningún soldado se alistará bajo vuestros estandartes? ¿Casi ningún San Miguel clamará, del medio de sus hermanos, lleno de celo por vuestra gloria: Quis ut Deus? Ah! Permitidme gritar por todas partes: fuego! fuego! fuego! Socorro! socorro! socorro! Fuego en la casa de Dios, fuego en las almas, fuego hasta en el santuario! ¡Socorro a nuestro hermano que asesinan, socorro a nuestros hijos que estrangulan, socorro a nuestro buen padre que apuñalan!

[29] Qui Domini est jungatur mihi* (Ex 32, 29): que todos los buenos sacerdotes [ver N.d.l.R.1] que están repartidos en el mundo cristiano, sea que estén actualmente en el combate o que se hayan retirado del fragor de la batalla a los desiertos y soledades, que estos buenos sacerdotes vengan y se unan a nosotros. Vis unita fit fortior**, a fin de que hagamos bajo el estandarte de la Cruz un ejército bien formado en batalla y bien ordenado para atacar de concierto a los enemigos de Dios que ya han sonado la alarma: sonuerunt, frenduerunt, fremuerunt, multiplicati sunt*** (cf. Ps 2, 1; 25 [24], 19; 46 [45], 4; 35 [34], 16; 38 [37], 20). Dirumpamus vincula eorum et projiciamus a nobis jugum ipsorum. Qui habitat in coelis irridebit eos**** (Ps 2, 3-4).

(*) El que sea del Señor, júntese conmigo

(**) La fuerza, unida, se hace más fuerte

(***) Bramaron, hicieron rechinar los dientes, se agitaron, se multiplicaron (cfr. Preces)

(****) “Rompamos sus ataduras; arrojemos lejos de nosotros su yugo. Aquel que reside en los cielos se ríe de ellos”

[30] Exsurgat Deus et dissipentur inimici ejus (Ps 68 [67], 1)! Exsurge, Domine, quare obdormis? Exsurge* (Ps 44 [43], 24). ¡Señor, levantáos! ¿Por qué parecéis dormir? Levantáos en vuestra omnipotencia, vuestra misericordia y vuestra justicia, para formaros una Compañía escogida de guardias de corps, para guardar vuestra casa, para defender vuestra gloria y salvar vuestras almas, para que no haya más que un rebaño y un pastor, y que todos os rindan gloria en vuestro templo: et in templo ejus omnes dicent gloriam (Ps 29 [28], 9). Amen.

(*) Levántese Dios y sean disipados sus enemigos! Levantáos Señor, por qué parecéis dormir? Levantáos!

¡Dios sólo!

 

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