lunes, 2 de noviembre de 2009

Todo en una sociedad católica debe estar en permanente ascensión







Aristocracia liderando el ascenso de todo el cuerpo social
Comentábamos, poco tiempo atrás, los conceptos del Cardenal Herrera Oria con respecto a la permanente busca de ascensión social que todos deben esforzarse por lograr, grandes y pequeños, pobres, medianos y ricos.
Estas bellas casas nos parecen un buen ejemplo de ese deseo de mejorar propio del ser humano y que toda familia, en un orden católico, debe alcanzar dentro de su propia esfera social. Podríamos poner junto a estas fotos otras de casas modestas pero bien construidas, bien arregladas, para servir al cuerpo y al alma, para hospedar a la familia con altura y dignidad.
Esta idea tiene como presupuesto la existencia de un polo de perfección social y moral que todo individuo debe tratar de alcanzar para sí mismo, y sobre todo para los suyos.
Luchar por avanzar y santificarse: cualquier familia de cualquier condición debe procurar subir. Pues todo, en una sociedad católica debe estar en continua ascensión.
Lo contrario de esta idea católica es el comunismo. El dirigismo avasallador del estado todopoderoso, con su nota de aplastante vulgaridad y fealdad, anula a las familias y los individuos. Transforma los pueblos laboriosos en masas que permanecen sentadas en cuclillas viendo el tiempo pasar, sin deseos de verdadero progreso. Esto está en la raíz del miserabilismo socialista-comunista.
Hay que progresar y progresar, ante todo en la vida espiritual, pero asimismo en todos los dominios de la existencia.
Texto inspirado en consideraciones del Prof. Plinio Corrêa de Oliveira

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