jueves, 14 de mayo de 2009

La nueva aristocracia - ¿Cómo puede darse una prudente renovación de las aristocracias?


Un cordial saludo a nuestros lectores, luego de una involuntaria pausa de varias semanas; hoy tenemos la alegría de retomar nuestra conversación y debate sobre el Apéndice IV de "Nobleza y élites tradicionales análogas", que trata de la Enciclopedia del Cardenal Herrera Oria en el punto "aristocracia". Comentando textos de la enciclopedia, el Prof. Plinio Corrêa de Oliveira aborda el delicado y fascinante tema de la "nueva aristocracia"..., tocando cuestiones del más alto interés: la renovación de la clase aristocrática, qué sucede cuando una aristocracia no quiera cumplir su misión , entre otros.

Vayamos a la primera cuestión de este ítem tan esencial, que transcribimos del original:

8. La nueva aristocracia

También trata el esquema sobre aquello que llama
"nueva aristocracia".
Si se desea tener una idea exacta sobre la necesaria pero prudente renovación de las aristocracias, hay una metáfora que describiría el hecho con casi entera precisión: el método de purificación en ciertas piscinas contemporáneas. En ellas el agua se renueva incesantemente, pero de un modo tan gradual que pasa desapercibido, o casi desaper­cibido, para quienes tratan de observar el fenómeno. Se trata, pues, de una renovación auténtica. Sin embargo, la masa de agua está lejos de fluir rápidamente, y menos aún con una precipitación torrencial, impetuosa, revolucionaria podría decirse.
"Con casi entera precisión", hemos dicho un poco antes, y no, "con entera precisión", pues en la piscina, la renovación, por más lenta que sea, tiene por objetivo el desaguar de toda la masa de agua, mientras que en la renovación de la Nobleza no es precisamente eso lo que se debe desear; por el contrario, cuanto más lenta ésta sea, tanto mejor será. En efecto, la Nobleza está tan vinculada a la tradición por su propia naturaleza que lo ideal sería que el mayor número posible de familias nobles se conservara indefinida­mente por los siglos de los siglos, bajo la condición de que esto no se diese en beneficio de elementos esclerosados, muertos, momificados y, por tanto, incapaces de participar de manera válida en el acontecer ininterrumpido de la Historia.
Esta metáfora corresponde a lo que se ha dicho sobre esta misma materia en el presente libro (1) y entra en entera sincronía con todo lo que se encuentra a ese respecto en la citada obra del Cardenal Herrera Oria.


1) Cfr. Capítulo VII, 9.

"Nobleza y élites tradicionales análogas", Plinio Correa de Oliveira, Apéndice IV, ítem 8.

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