martes, 19 de noviembre de 2013

Monarquía, religión y nacionalismo: espejismo de Putin para encandilar al pueblo ruso


                     Los venerados íconos de la Madre de Dios atraen poderosamente al pueblo ruso
Exposition
Salle du manege Moscou
El esplendor del pasado zarista, un buen ropaje para encubrir la herencia stalinista
                                                                                                                                                                 El Picadero de los tiempos imperiales
Archimandrite Tikhon    V. Putin

El archimandrita Tikon y el presidente Putin, la autoridad religiosa unida a la autoridad civil en la promoción de un misterioso cocktail autocrático con apariencia zarista y cristiana que disimula las esencias stalinistas

Según la agencia AFP, un venerado ícono de la Ssma. Virgen con fama de milagroso, que atrae multitudes de fieles, y una interpretación a medida del reinado de los Romanov, que ensalza la vieja autocracia, presentadas en una feria organizada por el gobierno y la Iglesia “ortodoxa” rusa, está teniendo un éxito sin precedentes en Moscú.
La exposición “La Rusia ortodoxa. Los Romanov”, iniciativa del archimandrita Tikón –autoridad religiosa próxima al presidente Putin-, es vista diariamente por 17.000 visitantes.
El éxito que –según AFP- acompaña la muestra ha llevado al propio Putin a extender por decreto el horario hasta la medianoche, y la fecha de cierre –ya vencida- hasta el 26 de noviembre.
“La presencia del Icono Feodorovskaia de la Virgen María, protectora de los Romanov y con fama de milagrosa, juega un rol esencial (…). Los visitantes se apretujan delante de este ícono raramente expuesto al público, para prosternarse y besarlo” (“Le Quotidien”, 19.XI.13).
El visitante, profundamente motivado, es invitado a continuación a “redescubrir la historia de Rusia bajo el reinado de los Romanov”.
Pero en lugar de exhibir objetos de época, la exposición –gratuita- presenta a su modo la historia en gigantescos paneles que muestran cómo el país se agrandó constantemente en esos tiempos, y que Rusia, a principios del siglo XX (antes de la Revolución bolchevique) era una potencia mundial.
Los organizadores han querido “restablecer los hechos, sin comentarios” (¡!), haciendo la apología de la estabilidad y de un poder fuerte en Rusia, y denigrando toda forma de oposición. Un mensaje a medida para la Rusia de V. Putin, el antiguo jefe de la policía soviética.
Al no encontrar un punto de apoyo en el presente, el Poder lo busca en el pasado, dice el historiador Vitali Dymarsk, valiéndose “tanto del pasado zarista como del staliniano, para mostrar que el país debe ser fuerte”.
Hasta la rebelión de los decembristas (1825), que pedían una constitución, es presentada como “un complot de los franc-masones” –algo muy a propósito para la audaz tentativa de Putin de presentarse, ante movimientos europeos considerados de derecha, como el campeón del Cristianismo y la tradición.
Las “lecciones” de historia de Putin no son demasiado sutiles, están al alcance de quien las quiera ver: “demasiado a menudo en la historia nacional, la oposición al poder es en realidad una oposición a la propia Rusia”. Cuántos dictadores revolucionarios de Oriente o de Latinoamérica –muchos de ellos amigos de Putin, como el régimen de Cuba y de Venezuela- están empeñados en “redescubrir la historia nacional” y son paladines de esa fórmula!
Conociendo bien el alma rusa, como antiguo jefe de la ex KGB (la temible policía soviética), experto en guerra psicológica , Putin quiere deslumbrarla con el Icono de la Ssma. Virgen protectora de la Familia Imperial, con los esplendores de la Monarquía, con el espejismo del país fuerte realizando una simbiosis, como por arte de magia, con el stalinismo,  brutal negación del cristianismo y la monarquía. El archimandrita Tikón inciensa el proyecto consagrándolo ante el desgraciado pueblo creyente.
¿Qué nueva amenaza se estará gestando en la Rusia inconmensurable, contra cuyos errores alertó la Virgen en Fátima?
 Fuente informativa: http://www.lequotidien.lu/culture/50658.html



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