Aristocracia y sociedad orgánica son elementos armónicos y complementarios. La sociedad orgánica está constituida por elementos auténticos. Sus gobernantes representan verdaderamente al pueblo, muchas veces con enormes sacrificios. En una sociedad sana y católica, la formación de la opinión pública eleva el pueblo hacia altos ideales. De esta manera, por un proceso natural, va destilando élites en todas las clases sociales, y, en las más altas, tiende a formarse espontáneamente una clase señorial e inclusive aristocrática.
Un ejemplo en nuestra historia es el de Pedro Ferré, que no quería seguir gobernando Corrientes por el temor fundado a quedar viudo por la frágil salud de su mujer, que reclamaba su presencia; presionado por los representantes del pueblo y la necesidad que pasaba su provincia, aceptó gobernar por un nuevo período y su funesto temor se convirtió en realidad. No obstante, no se doblegó, aceptó la desgracia con cristiana resignación y se inmoló al bien común, como corresponde a un auténtico dirigente.
Este tipo de gobernantes ayuda a entender la idea de aristocracia. Pues se trataba de una persona prominente en la sociedad correntina, que se destacó por sus grandes servicios, por sus verdaderas aptitudes para dirigir a su pueblo.
Como veremos en otra nota, la aristocracia entendida en su verdadero sentido es fruto de una forma de caridad y de amor al pueblo.
Si comparamos con los representantes de una mala democracia, inauténtica, que gobierna en medio de una corrupción asustadora, que deja flotar la sospecha de que el crimen no está lejos de algunos de sus representantes más conspicuos, que masifica al pueblo acostumbrándolo a la dádiva -con los dineros públicos, obviamente!-, que dice que existe la independencia de Poderes cuando realiza presiones y componendas de un intervencionismo y de una desvergüenza nunca vista, la comparación es amarga pero ilustrativa.
¿Y qué pensar de la siguiente noticia, publicada en el día de hoy en "La Nación"?
Dejamos que el lector saque sus propias conclusiones.
Coparticipación: la mayoría de los senadores votó contra los intereses de sus provincias
Una investigación del Centro de Estudios Nueva Mayoría constató que en la votación por la eliminación del sistema privado de jubilaciones y extensión del impuesto al cheque sólo un tercio de los integrantes de la Cámara alta lo hizo a favor de coparticipar los fondos a sus distritos
Viernes 2 de enero de 2009 10:49 (actualizado a las 11:39)
Sólo uno de cada tres senadores votó a favor de coparticipar los fondos en las votaciones por la eliminación de las AFJP y la prórroga del impuesto al cheque. Así lo estableció un estudio del Centro de Estudios Nueva Mayoría.
Según la investigación de la consultora, a cargo de Rodrigo Mallea, se constató que en la votación por la eliminación del sistema privado de jubilaciones y extensión del impuesto al cheque, sólo un tercio votó a favor de coparticipar a sus provincias los fondos.
La excepción a la regla fue Santa Fe. Ruben Giustiniani (Socialista), Carlos Reutemann (PJ) y Roxana Latorre (PJ) decidieron en ambos casos a favor de la coparticipación total de los fondos.
En contraposición a lo que ocurrió con Santa Fe, en Misiones [Eduardo Torres (Frente Renovador de la Concordia), Luis Alberto Viana (FpV), Elida Vigo (Frente Renovador de la Concordia)], Tierra del Fuego [José Carlos Martinez (ARI), María Rosa Díaz (ARI), Mario Colazo (Unidad Federalista)] y Neuquén [Horacio Lores (Movimiento Popular Neuquino), Marcelo Fuentes (FpV), Nancy Parrilla (FpV)], los senadores optaron a favor de no coparticipar los recursos a las provincias que representan.
¿A quiénes representan los senadores? Según establece la Constitución Nacional, la Cámara alta está encuentra compuesta por 72 miembros, tres por cada provincia y por la ciudad de Buenos Aires. Es decir, son elegidos para representar a sus distritos.
Los proyectos con media sanción que fueron girados al Senado referentes a la estatización de las AFJP y el impuesto al cheque contemplaban recursos coparticipables entre las provincias. En el caso de la eliminación de las jubilaciones privadas, las provincias reclamaban un 15 por ciento de masa coparticipable. En ese caso, sólo 23 senadores (32%) votaron a favor de sus regiones, dice el estudio de Nueva Mayoría.
En la renovación del impuesto al cheque, únicamente 20 senadores (28%) abogaron por el 100% de su coparticipación, mientras que 45 (62%) votaron por el régimen que contemplaba un 70% para la Nación, y apenas 30% para las provincias.
"Sólo un tercio de la totalidad de senadores votó a favor de coparticipar a sus provincias los fondos de las AFJP y del impuesto al cheque", explica la investigación.
Y agrega: "Santa Fe es la única provincia cuya totalidad de senadores votó por la coparticipación en ambos casos. Es así el único caso en el cual los senadores han funcionado de acuerdo a un sistema federal. Lo mismo sucedió con los tres senadores de Salta en la primera de las dos votaciones".
Para Rosendo Fraga, titular del Centro Nueva Mayoría, la conclusión es clara: "Mientras el ciudadano sea indiferente a cómo votan sus legisladores, estos pueden llegar aun a votar contra el interés provincial porque no pagan costo político con ello. Sólo si el voto funciona como un lógico sistema de premios y castigos, de acuerdo a como han votado los legisladores en la visión de los votantes, el Congreso recuperará el rol y el prestigio que debe tener".
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